Los gatos mandan, los perros obedecen

Madrid

Cuando te fotografías con tu gato, es tu gato quien se fotografía contigo. Dicen que conviven con el ser humano desde hace diez mil años pero yo no me creo que estén domesticados. Para mí siguen siendo tigres pequeños, dispuestos a darte un zarpazo. Sabemos que el mundo se divide entre los que creen que el mundo se divide en dos grandes grupos y los que no. Y que entre los del primer grupo están los que prefieren los gatos y los que prefieren los perros. Eso depende de si prefieres someterte o someter, porque los gatos mandan y los perros obedecen.

En estos diez mil años, el gato ha acabado convirtiéndose en una unidad de medida. En francés, para decir que no hay nadie, se dice que no hay ni un gato, mientras en español decimos que hay cuatro gatos cuando hay poca gente. Eso sí, como unidad de medida no es muy fiable, porque su cotización varía en cada sitio: el gato francés tiene nueve vidas, el español solo siete. En Francia, ya se sabe, todo es un poco mejor.

Lo han adivinado: no soy muy amigo de los gatos. Para resumir diré que solo me gustan los que se han dedicado a la canción, como Cat Stevens, Gato Pérez o Lucho Gatica, y que en mi vida el único gato que he tenido era el de cambiar ruedas.