"Prefiero que pirateen mis libros": la denuncia de una escritora al ver que Amazon vende libros producidos por IA en su nombre

No cabe duda que la inteligencia artificial está cada vez más presente en nuestro día a día, tanto para lo bueno como para lo malo. Hace apenas unos meses, el autor e historiador israelí, Yuval Noah Harari, reflexionaba sobre el avance de la inteligencia artificial y su uso irresponsable. "Por primera vez en la historia hemos inventado algo que nos arrebata el poder, no sé si podremos sobrevivir a ella", explicaba. Y desde entonces, hemos visto publicada una falsa canción entre The Weeknd y Drake creada con el apoyo de la inteligecia artificial, imágenes falsas en medios de comunicación y, en las últimas semanas, una supuesta canción de Quevedo con Rosalía compartida en redes hacía saltar las alarmas de nuevo respecto al límite y los efectos del empleo de esta nueva y todavía desconocida herramienta.

Algo parecido le ocurría a la autora estadounidense Jane Friedman cuando se ha encontrado libros asociados a su nombre en Goodreads y Amazon, ejemplares que ella no ha escrito y, según la propia Friedman, habrían sido producidos por inteligencia artificial. "Lo más probable es que hayan sido generados por IA. ¿Por qué pienso esto? He usado estas herramientas extensamente para probar qué tan bien pueden reproducir mi conocimiento", explica en su página web. Aunque los libros ya han sido retirados de Amazon y de su perfil de Goodreads, la estadounidense ha sufrido todo un calvario para conseguirlo.

Friedman se percató del fraude cuando un lector llegó a los listados de Amazon y le contactó ante la duda de que las ediciones fuesen fraudulentas. Pero, ¿cómo es posible que esto suceda? La escritora tiene una extensa experiencia en la industria editorial, abriendo su blog en 2009 y habiendo publicado libros como 'El negocio de ser escritor' (The Business of Being a Writer) y 'Libro de respuestas del escritor principiante' (Beginning Writer's Answer Book). Es por esto que a Jane Friedman no le pilla por sorpresa. "Hay mucho de mi contenido disponible públicamente. Tan pronto como leí las primeras páginas de estos libros falsos, fue como leer las respuestas de ChatGPT que había generado yo misma", explica.

"Prefiero que pirateen mis libros a esto", reconoce con resignación y recopila algunos de los ejemplares que intentaron vender en su nombre, ya eliminados de la tienda:

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La escritora se puso en contacto con Amazon para informarles del error y proceder a su retirada de forma inmediata. Sin embargo, lo que se encontró no fue una actitud colaborativa por parte del gigante. Amazon solicitaba un registro de marca que demostrase que, efectivamente, esos libros no eran suyos. Al no poder proporcionar la información que solicitaban, Amazon procedería a cerrar el caso y mantuvo los libros a la venta, tal y como expresa la propia Friedman en su página web. "Me corresponde a mí, la autora, la que tiene una reputación en juego, eliminar estos libros engañosos de Amazon. No tengo los derechos de autor de estos libros basura. Tampoco soy exactamente 'dueña' de mi nombre; después de todo, muchas otras personas que también son autoras legítimas comparten mi nombre. Entonces, ¿por qué motivos puedo exigir con éxito esta retirada, al menos a los ojos de Amazon?", reconoce con frustración.

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Tras compartir su experiencia en redes sociales, otros autores han hecho eco de sus propias vivencias. Desde Amazon España explican que cuentan "con políticas claras que definen aquellos libros que pueden ponerse a la venta en nuestra tienda e investigamos inmediatamente cuando surge alguna duda sobre algún libro. Agradecemos los comentarios de los autores y trabajamos junto a ellos para resolver cualquier incidencia. Invertimos el tiempo y los recursos necesarios para garantizar una experiencia de compra segura y proteger a los clientes y a los autores del uso indebido de nuestros servicios." Además, recuerdan que los editores que venden en su espacio han de cumplir una serie de políticas de publicación de contenido, ente los que se incluye el derecho de propiedad intelectual.

A pesar de conseguir lo que buscaba, la autora reconoce que el desenlace es agridulce. "Por desgracia, incluso si elimina [Amazon] estos libros de sus perfiles oficiales, seguirán flotando, con tu nombre, en dos sitios importantes que reciben millones de visitantes, esperando a ser "descubiertos". Y no hay absolutamente nada que puedas hacer al respecto", concluye Jane Friedman.