"Hemos visto cosas que no se habían visto en ningún incendio en Canarias": las llamas ya arrasan más de 3.800 hectáreas en Tenerife

El incendio de la isla de Tenerife avanza sin control. A la espera de conocer el avance de las llamas durante la madrugada de este viernes, ya son más de 3.800 hectáreas las devoradas por el fuego y más de 7.000 vecinos afectados entre los que están desalojados y los que están confinados en sus domicilios. El problema es que la previsión no es nada halagüeña, ya que se trata de un incendio nunca visto en las Islas Canarias. El fuego ha afectado ya a una superficie de 3.797 hectáreas en un perímetro de más de 41,9 kilómetros que abarca los municipios de Arafo, Candelaria, El Rosario, La Orotava, Santa Úrsula, La Victoria, El Sauzal, Tacoronte y La Matanza. Así lo ha confirmado la meteoróloga y asesora técnica del Cabildo de Tenerife en las tareas de extinción de este fuego, Vicky Palma. Desde el puesto de mando avanzado, Palma ha pasado por los micrófonos de Hoy por Hoy para indicar que el incendio ha amanecido tras una noche más tranquila que las anteriores, pero ha insistido en que hay que esperar a las primeras horas de luz y a que vuele el primer medio aéreo para hacer una valoración actual de la situación. Una situación que, eso sí, ella no había visto a lo largo de toda su carrera. «Hemos visto muchas cosas y comportamientos (de las llamas) que no se habían visto en ningún incendio en las islas», ha asegurado. Tampoco en el gran incendio forestal de la isla de Gran Canaria de 2019, que afectó a casi 10.000 hectáreas. ¿Por qué? Porque el fuego se está propagando por convección, que es cuando se dan ascensos muy rápidos de aire por calor en la atmósfera, lo que provoca que se extienda a gran velocidad y a más áreas. Esto solo había sucedido en Canarias en el mencionado incendio, pero solo durante un par de horas, no con la virulencia con la que se está dando en este. Esto está provocando que las primeras 48 horas del incendio hayan sido «sin tregua», según ha señalado Palma, que ha puesto el ejemplo de que ni siquiera por las noches se han podido hacer los trabajos de actuación sobre el terreno que permiten ayudar a controlar las llamas. «Ha sido imposible», ha sentenciado. También el viento débil ha provocado que haya pirocúmulos, que nunca se habían dado en Canarias hasta 2006. La meteoróloga ha señalado que durante las próximas horas deberán tomarse muchas precauciones ya que a partir de esta noche esperan un cambio en la dirección del viento y un aumento de las temperaturas, por lo que no ha puesto fecha para el regreso de los más de 4.000 vecinos desalojados. Palma ha mostrado cierto optimismo porque la columna de humo se sitúa entre los dos y los cuatro kilómetros, cuando hace unas horas ha llegado a estar incluso en siete kilómetros, aunque ha confirmado que el incendio sigue fuera de capacidad de extinción. «Además, tenemos un problema con nuestra orografía: barrancos profundos y carreras muy grandes», ha proseguido, lo que ha complicado aún más las actuaciones de los servicios de extinción. María Brito, alcaldesa de la localidad de Candelaria, una de las afectadas por las llamas, ha explicado en Hoy por Hoy que el incendio «ha sido en algunas zonas bastante extraordinario», y que en la noche del 17 ayudó a que el fuego no siguiera avanzando que «haya descendido la temperatura y que en la zona no hubiese apenas viento». Brito ha contado en la SER que el fuego ha estado «muy cerca de zonas de infraestructuras vinculadas a explotaciones agrícolas». José Alberto Gallego, teniente coronal y jefe del II Batallón de Emergencias de la UME ha asegurado en «Hoy por hoy» que «el incendio sigue avanzando en sus frentes, pero lentamente. Toda la noche hemos extinguido fuegos secundarios, así que ha sido fructífero, el incendio sigue activo en norte y oeste». Gallego ha señalado que «preocupa el sector oeste porque es una zona muy inaccesible» y sobre el incendio ha apuntado que «hay una vegetación disponible muy combustible, con una chispa y con altas temperaturas, el fuego corre».