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Tremendo enfado por lo que le hizo un camarero a una clienta tras recriminarle sus tatuajes: "Yo me levanto y le tatúo mi mano en su cara"

La cuenta de Soy Camarero ha compartido en Twitter una reseña de una clienta denunciando el trato de un encargado

Un tweet de Soy Camarero.

Madrid

La cuenta de Soy Camarero, conocida en Twitter por compartir reseñas de clientes y situaciones que ocurren en la hostelería, ha compartido un nuevo comentario a un restaurante que ha provocado el enfado de los usuarios de las redes sociales. Normalmente, suelen ser los clientes los que muestran falta de empatía con los camareros que trabajan durante muchas horas en condiciones, a veces, precarias.

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Sin embargo, la historia que ha compartido este lunes Soy Camarero cambia las tornas, ya que se trata de la actitud que tuvo un camarero hacia una clienta. La mujer en cuestión ha denunciado en su reseña el trato que recibió por parte del trabajador, según ella el encargado. En primer lugar, cuando llegó al local, le recriminó los tatuajes que llevaba en el brazo. "Empezó a criticar mis tatuajes diciendo que eso era cosa de legionarios y presidarios", comienza.

"No sé qué confianzas..."

Lo más surrealista viene después. La clienta relata que cuando el camarero acudió a tomarles nota le preguntó que si quería otro tatuaje y se atrevió a pintarle con un bolígrafo en el hombro. "No sé qué confianzas son esas de pintar en el cuerpo de una clienta sin su consentimiento", denuncia.

Por la imagen que ha adjuntado, se puede ver el brazo de la mujer con el tatuaje de una mujer con rasgos de tigresa y más arriba, en el hombro, se ve un semicírculo pintado a bolígrafo, que según dice la clienta le dibujó el encargado.

No conforme con denunciar el trato recibido, en la reseña apunta que además el trabajador trató "fatal" a una camarera, "llamándola incluso inútil en medio de la sala con todos los comensales delante". "El servicio, en definitiva, pésimo", sentencia.

Los usuarios de las redes sociales tampoco han pasado por alto la actitud del camarero y han criticado lo que hizo. "Yo me levanto y le tatúo mi mano en su cara", decía uno, mientras que otro escribía: "Se come la bandeja con todo el pedido". Otros sugerían que denunciara la situación e incluso que pidiera la hoja de reclamaciones.