"Se les considera personas 'raritas'": este es el trastorno que afecta a más de un 20% de la población

El ruido de las palomitas, el sonido del chicle, los gritos de la gente o los golpes de una pelota de fútbol. Estos son sólo algunos de los sonidos que nos acompañan durante la vida diaria. Sin embargo, lo que para unos es rutina o algo casi imperceptible, para otros es un auténtico tormento.

La misofonía es un trastorno que provoca un intenso malestar por culpa de los ruidos. "Traducido coloquialmente es 'odio al sonido'", ha apuntado la psicóloga e investigadora de esta patología, Antonia Ferrer Torres. "Es un trastorno tremendamente desconocido, y esto fue lo que me llevó a investigar sobre el tema", ha añadido.

"En los estudios que yo he hecho el porcentaje sale sobre el 40%"

El estudio WU, el estudio de referencia sobre esta patología, estima que un 20% de la población podría padecer este trastorno. Sin embargo, otras investigaciones paralelas señalan que este porcentaje podría llegar a ser mucho mayor. "En los estudios que yo he hecho, en los que la muestra no es tan grande, el porcentaje sale sobre el 40%", ha asegurado Ferrer. Ahora bien, el desconocimiento sobre esta patología, tanto a nivel social como a nivel sanitario, provoca, por una parte, que los paciente no sepan identificar los síntomas y, por otra que los especialista no ofrezcan los tratamientos adecuados.

"Los estudios señalan que en el momento en el que hay dos sonidos que molesten ya es una persona con misofonía", ha comentado la psicóloga. Ahora bien, es importante diferenciar la molestia del desagrado. "En el momento que me molesta hay una alteración en el sistema nervioso autónomo" , ha señalado Ferrer. Esta alteración provoca una crisis de ansiedad que suele ir acompañada hiperventilación, tensión y vómitos.

"Hay mucho fracaso escolar por este tema"

Pro no sólo eso, la misofonía puede llegar a incidir de forma muy grave en la vida de las personas. En este sentido, dentro del ámbito educativo, es muy difícil que un estudiante logre concentrarse en las lecciones académicas cuando no soporta el ruido. "Hay mucho fracaso escolar por este tema", ha asegurado la psicóloga. Por otra parte, las personas que sufren esta patología se ven obligadas a dejar de asistir a eventos sociales por la ansiedad que les provocan los ruidos. "Se les considera personas 'raritas'", ha señalado Ferrer.

Las consecuencia de padecer este trastorno pueden llegar a ser muy graves tanto para la propia persona, como para el entorno. "Las personas con un alto grado de misofonía pueden llegar a agredir si no pueden salir del espacio en el que reciben el estímulo", ha asegurado la experta. La crisis el coronavirus agravó el malestar de las personas con misofonía, ya que al estrés propio de la pandemia, se le sumó una ansiedad agravada por la imposibilidad de alejarse de los ruidos. "Las consultas aumentaron en más de un 400% solamente de las personas con misofonía", ha apuntado la piscóloga.