Las reacciones a las palabras de Luis Rubiales no han tardado en aparecer. Una de las más esperadas era la de Javier Tebas, presidente de LaLiga, y se ha expresado a través de su cuenta personal de Twitter. El actual presidente de la RFEF ha asegurado durante la Asamblea General de dicho organismo que no tiene pensado dimitir por la polémica por el beso que dio a la futbolista Jenni Hermoso tras ganar el Mundial femenino, que definió como «espontáneo, mutuo, eufórico y consentido» aunque pidió disculpas «por el contexto en el que se produjo». «Fue espontáneo, mutuo, eufórico y consentido, que esta es la clave de todas las críticas. Fue consentido, esta jugadora falló un penalti y yo tengo una gran relación con todas las jugadoras, hemos sido una familia durante más de un mes y tuvimos momentos cariñosos en esta concentración» aseguró durante su intervención. «Por lo tanto, no hay deseo ni posición de dominio y toda la gente lo comprende también, añadió Rubiales, para quien no se trata de hacer justicia sino de ejecutar un asesinato social», dijo. Al respecto, Javier Tebas ha asegurado que la lista de mujeres y hombres agraviados por Luis rubiales estos años es demasiado grande y debe parar. Además, ha finalizado diciendo que el daño reputacional para todo el fútbol español ya es inevitable. Debo reconocer que ha sido muy difícil explicar qué está pasando con Luis Rubiales durante estos años. Tengo la sensación de que mucha gente, hasta ahora, no comprendía lo que los integrantes de los estamentos del fútbol tenemos que vivir en el trato con él como presidente de la RFEF. Los gestos misóginos, las expresiones soeces, el desastre protoclario y los insultos de este último bochorno mundial, no son una sorpresa y tenían antecedentes obvios que deberían haber evitado una nueva víctima (la cual no debe estar en el foco). El insulto, la chulería, el chantaje, la amenaza, el espionaje y la persecución, utilizando fraudulentamente los organismos federativos, las padecemos y hemos denunciado muchos: El fútbol profesional masculino y femenino, el fútbol sala, los clubes de fútbol amateur, las asociaciones de futbolistas, presidentes de territoriales, presidentas del Consejo Superior de Deportes, directoras de integridad, ministros, árbitros, jugadoras... La lista de mujeres y hombres agraviados por Luis Rubiales estos años es demasiado grande y esto debe parar. A Rubiales le interesa mentir y presentarme como un conspirador para parapetarse en una falsa equidistancia y salir del paso de sus escándalos y desmanes. Nada más lejos de la realidad. Aunque el truco burdo victimista le ha funcionado demasiadas veces, esta vez seguir intentándolo es simplemente ridículo, es imposible atribuir a ningún absurdo complot su comportamiento misógino y deleznable cuando el daño reputacional para todo el fútbol español ya es inevitable.