Mario Amorós: ''La familia, los amigos y camaradas de Víctor Jara han dado la batalla para que haya condenados por su asesinato"

La memoria va ligada al compromiso del historiador Mario Amorós. En sus biografías publicadas se ha encargado de reflejar a personajes de la historia reciente. Este último año, el periodista alicantino se ha centrado en las figuras del Chile del gobierno la unidad popular, Víctor Jara y el presidente Salvador Allende. Ambos muertos como consecuencia del golpe de estado del dictador Augusto Pinochet. Dos biografías que ayudan a entender esta conmemoración y revisión de aquello que sucedió hace 50 años, el golpe violento contra un gobierno democrático, por parte de fuerzas de extrema derecha y del neoliberalismo. Fue la primera vez que sectores amplios de creyentes, cristianos, sacerdotes, religiosas, laicos participan junto a la izquierda en un proceso de cambio social.

El 11 de septiembre de 2023 ocurría el suicido del expresidente de Chile, Salvador Allende, ante asedio armado al palacio de La Moneda. Allí murió y allí dio un último discurso que todavía hoy pone los pelos de punta y que es, según Amorós, el broche final a una carrera política única. "La historia es nuestra y la hacen los pueblos", decía emocionado Allende, sabedor de que iba a quitarse la vida. Un discurso que dio esperanza y que une aquel gobierno con el actual. La biografía que publica Capitan Swing recorre no solo los aciagos días del golpe, sino toda su toma de conciencia y su incursión en el día a día de la política de su amado país.

"Hay hechos que marcan a generaciones. Y el recuerdo de la República española fue determinante para muchas personas. En España fue muy importante el golpe de Estado en Chile, porque había esperanza que tenían quienes luchaban por la democracia en España en condiciones tan difíciles. A principios de los años 70 se vio aplastada en Chile la esperanza de un cambio social democrático, que era lo que planteaba el presidente Allende. Por eso esa experiencia histórica perdura. Por eso septiembre es también un mes muy intenso en España", dice Amorós en una entrevista en la Cadena SER.

Allende fue precisamente ejemplo de la necesidad de enfrentar y desenmascarar las redes de poder que tejen las élites económicas, para restablecer la justicia social. Una forma de hacerlo es investigar qué opera detrás del discurso financiero hegemónico y qué intereses dirigen lo que se nos cuenta, en determinados medios, como hechos objetivos e irrefutables. El cine chileno lleva tiempo ahondando en la memoria íntima y colectiva del país, de la mano de cineastas como Patricio Guzmán, que rodó el golpe en La batalla de Chile, un documental cumbre en la historia del cine, o realizadores de una nueva generación como Maite Alberdi o Pablo Larraín, que estos días en Venecia ha presentado una película con Pinochet como vampiro. Hay exposiciones, recuerdos a las víctimas y libros.

Entre los homenajes, destaca el que se hará al cantante Víctor Jara, a quien Amorós también ha dedicado en los últimos meses una biografía. "Se trata de recuperar la figura de un gran creador de la cultura popular chilena, latinoamericana y también mundial", nos dice. Y es que Víctor nación en una familia humilde, pero con esfuerzo logró entrar en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, formarse como actor y como director de teatro. De manera paralela empieza con la música folclórica chilena. "He intentado en esas páginas recuperar su trayectoria personal, su trabajo como creador y hablar de ese legado político y musical que es universal", dice. Gracias a canciones como Te recuerdo Amanda o Plegaria a un labrador. "Son canciones conocidas en muchos países, muy queridas. Que conmueven todavía hoy, tanto tiempo después, a quienes las escuchan y que formaron a la generación de Allende". Y es que Víctor Jara, que el año 65 fue reconocido como el mejor director de teatro de Chile, decide dejar su trabajo estable como profesor y volcarse en la creación musical al calor de la campaña presidencial de Salvador Allende de aquel año 70.

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La biografía del músico ha sido también un desafío documental. La Corte Suprema de Chile dictó este lunes la sentencia definitiva contra siete militares ya retirados por los delitos de secuestro y homicidio del cantautor chileno Víctor Jara: les condena a 25 años de cárcel. "Lo más difícil ha sido enfrentarme al proceso judicial abierto en Chile desde el año 99, que son más de 15.000 páginas. Yo he podido acceder a 13.000, leerlas, seleccionar lo importante y contar los últimos días de la vida de Víctor, a partir del golpe de Estado el 11 de septiembre, su detención al día siguiente en una universidad en Santiago, su traslado al estadio Chile, un pabellón polideportivo donde Víctor fue vejado, torturado y asesinado la tarde noche del 15 de septiembre en condiciones espantosas", cuenta Amorós que ha hablado con quienes compartieron con él aquellos últimos días, con su familia, con su esposa, la británica Joan Jara, con sus hijas y con compañeros de arresto en aquel estadio donde los militares agolpaban a los detenidos antes de ejecutarles y que hoy es un lugar de recuerdo y de memoria.

Para Amorós, el caso de Víctor Jara y cómo se convirtió en algo mediático, pues estrellas como Bono de U2 o el Papa denunciaron su asesinato político, tuvo que ver con la lucha de su esposa. "Un largo camino para recuperar la memoria de Víctor Jara que ha recorrido durante 50 años para poder hacer justicia. Un camino larguísimo en el que no ha caminado sola. Los compañeros de Víctor, su partido, la familia, las hijas de Víctor, han dado una gran batalla para lograr que hoy en Chile haya condenados por aquel asesinato".

"Felizmente Víctor hoy es un creador conocido y reconocido, no por su muerte, sino por su vida, porque dejó un legado de canciones que hablan de los grandes temas que nos emocionan a los seres humanos: el amor, la belleza, el compromiso, la lucha por la justicia, sus valores. Viven en las canciones de Víctor y hacen que felizmente sea hoy una figura presente". La historia es conocida. Los tanques entran en Santiago. El presidente Allende pide a los trabajadores que vayan a sus centros de trabajo. Víctor Jara cumple la orden. Se despide de su familia y va a la universidad donde fue detenido. Después llegó el asesinato y después la conmoción. No lo sufrieron solo figuras conocidas de la cultura y la política, sino de todos los estratos de la sociedad, a quienes hoy la memoria y la cultura también recuerdan.