Triángulo de Amor Bizarro: "La música está muy cómoda en el capitalismo extremo y eso no es bueno para nadie"
Hablamos con la banda gallega de su nuevo disco ('SED'), de lo poco sociales que son las redes o del precio de los directos, y comprobamos que su miedo a envejecer les está ayudando a envejecer muy bien
Triángulo de Amor Bizarro: "La música está muy cómoda en el capitalismo extremo y eso no es bueno para nadie"
Madrid
Triángulo de Amor Bizarro se ha convertido en una de las bandas más importantes del indie en España. Un título que se han ganado a pulso, disco a disco y premio a premio, sin renunciar a sus instintos y con muy pocas concesiones a la faceta más mainstream de su sonido (que también la tienen).
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La banda gallega, que lleva 15 años demostrando una capacidad de autosuperación que roza lo inverosímil, acaba de publicar SED, su sexto disco de estudio. Un trabajo "mundano y terrenal" que, según han dicho ellos mismos, "trata de emociones primitivas de unos personajes en un mundo hostil, desigual y tecnificado en el que el tiempo pasa a toda ostia". Una docena de canciones que abordan "la búsqueda del éxito, la fama y el poder, la soledad en la cima, los buenos momentos y la inevitable decadencia de unos personajes que podrían ser TÚ".
Después de ver cómo la pandemia truncaba la promoción de su anterior disco (publicado el 20 de marzo de 2020), el cuartero formado por Rodrigo Caamaño, Isabel Cea, Rafael Mallo y Rubén Muñoz ha visitado los estudios de Fuego y Chinchetas para hablar de su nuevo disco y de la extensa gira en la que están inmersos, con actuaciones en México, Colombia y también varias fechas en España: A Coruña (22/9), Barcelona (6/10), Gijón (28/10), Bilbao (23/11), Zaragoza (15/12), Madrid (29/12), Valencia (14/1) o Santiago (2/2).
Triángulo de Amor Bizarro: "Vemos una media de 10 orquestas al año"
SED es un disco que toca mucho temas...
Bueno, un poco es el disco que queríamos hacer... y el que fue surgiendo. Con la pandemia y tener reiniciar todo, paras un poco, te resitúas y te das cuenta de que tienes un montón de años y de que ha pasado la época en la que realmente surgimos. El miedo a envejecer, que tratándose de una banda de rock, se multiplica por 10. A partir de ahí surgió la reflexión sobre qué el éxito. Pero si el fin es la música, nuestro éxito es haber ido sacando discos y también seguir haciéndolo.
En el videoclip de Estrella solitaria vemos que se quema una foto vuestra. ¿Un reflejo del miedo a envejecer?
Es un espejo que creo que tenemos todas las bandas. Desde luego, cuando haces algo o cantas algo, tienes que empatizar. Pero todo se puede exagerar más para sacarle brilli-brilli. Esta canción habla de un personaje más vanidoso, más como El crepúsculo de los dioses...
El inicio es muy New Order...
Bueno, la intención era hacer una canción que hable de esa épocas. Los números 1 de los años 80, esas bandas que hacían giras mundiales cuando lo que se llevaba era el rock.
Teniendo en cuenta que sacasteis el nombre del grupo de una canción suya, quizá sea vuestra canción más New Order...
Es un lujo que te permites después de muchos años, cuando ya tienes un estilo propio. Pero es la primera canción de un disco que realmente no existe porque luego es mucho más decadente. Un disco que se transforma en otros discos.
En Vigilantes del espejo ya os disfrazasteis de The Cure. ¡Se os da muy bien!
Siempre es divertido para investigar y entender cómo se hace. Cuando te alejas un poco más, te puedes permitir cosas que, de otra forma, sería más difícil. Pero siempre dentro de nuestro propio estilo, sin convertirnos en otros o en una banda tributo.
La soledad es uno de los temas del disco y también en uno de los grandes problemas de esta sociedad en la que impera el individualismo. ¿Diríais que la pérdida progresiva de la influencia católica ha mermado nuestro sentimiento de comunidad?
¡No creo que fueese la religión católica la que inventó el sentimiento de comunidad! Es algo humano... Pero los cambios tecnológicos han influido y es terrible. La red social no es una red de verdad, ni es social. Tú no puedes ir a un amigo y preguntarle qué opina. Si eres uno de los 100 millones de seguidores de alguien ultrafamoso, la interacción que tienes es ficticia. Es una relación unidireccional, una simulación. Tu comentario nunca va a ser leído. Los medios tradicionales, la radio y la televisión, eran más sinceros.
¿Cómo se lleva ser una banda en la era de los solistas?
La banda es el featuring definitivo. ¡Te tienes que poner de acuerdo continuamente! Es la colaboración permanentemente... Tienes que fusionar los egos individuales para crear el ego de la banda. Así es como consigues que salga una música única que no podría surgir de otra manera. En nuestro caso, lo que nos unió, el pegamento, fue la música. La liturgia era My Bloody Valentine... Al final es eso, un ritual.
¿No os parece que a esta sociedad viene necesitando un poco más de canción protesta?
Al menos, algo que no sea tan prosistema.
Estrella Antivida es un poco eso, ¿no? El sonido evoca bastante rabia...
Es como una voz desposeída de códigos morales y éticos. Un cerebro desatado, un pensamiento o un deseo determinado... y vas a fuego. Es la parte más chunga que todos podemos llevar dentro. Se sueltan todas las ataduras, todo lo que crees que es bueno y malo.
En este disco también habláis mucho de dinero: Hermanos cripto, Él, Cómprate un yate...
Es que, hablando de contracultura, la música está muy cómoda en el capitalismo extremo y eso no es bueno para nadie. En las redes sociales hay una imagen de éxito, de confort... En la música urbana hay de todo, pero como en la nuestra. Pero falta un poco de esa queja. Si te compras un yate igual es porque eres un cabronazo que explota a todo el pueblo. Pero esta hecho desde la ficción, con personajes exagerados...
El disco es una historia de ficción, ¿entonces?
Es que, al final todos somos un poco víctimas del sistema. Tampoco puedes culpar a nadie porque, si te ves ahí, seguramente todos lo haríamos. Tesituras. Lo que antes se llamaba venderse o no venderse...
¿Qué historia nos queréis contar con Huele a colonia Chispas?
Bueno, a ver. Hay una referencia muy clara a una colonia, como Smell Like Teen Spirit. Una colonia de niñas y adolescentes, que es en lo que se nfoca el mercado duro de la música muchas veces... Pero nosotros, como todos durante la adolescencia, también caímos en la teleraña del brilli-brilli de un artista que, a su vez, también había caído en una telaraña de ser el muñeco movido Dios sabe por quién. Aunque bueno, esos artistas también te dan algo y acaban siendo importantes para mucha gente. Mi padre aún tiene ahí a Joselito... [risas]
Tuvisteis mucho éxito con Salve Discordia y, cuando parecía imposible, os superasteis con el siguiente: Triángulo de Amor Bizarro. ¿Cómo lleváis las expectativas? ¿Os afecta? Porque no ha de ser fácil ponerse a escribir sabiendo que hay gente esperando algo muy bueno...
Nos afectó un poco del primero al segundo porque no sabíamos dónde estábamos, básicamente. Nos superó. ¡Fue una locura! El primer disco explotó mucho. Pero después hemos ido haciendo lo que queríamos y lo que podíamos. Claro, el hecho de haber aprendido a ser un grupo de música desde cero, nos ayuda. Nunca hemos tenido una meta demasiado clara. Vamos aprendiendo cosas, aprendemos a tocar...
¿Para ti qué es el éxito?
¡No trabajar! Pero trabajamos más que muchos... Me paso muchas horas viendo a estos tres, pero es algo que me identifica como persona. Es extraño y, al mismo tiempo, no sé podría hacer otra cosa. Lo que hago me define y eso es importante para mí.
La espectadora está llamada a ser una de las canciones favoritas del público...
Sí, es de las que más han gustado. Tiene pinta de que va a ser una de las que más funcionan.
Curioso: hacéis canciones duras y acaban triunfando las más tranquilas...
Bueno, lo interesante es el contrapunto. Amplificas el lafdo más tierno porque vienes de los vikingos. Es algo que forma parte de la estructura de los discos. Tiene que haber altibajos, pero estas canciones son especiales. No las buscamos, ¡nos salen! Pero esa supuesta sencillez es muy difícil de conseguir y corres el riesgo de que se acaben pareciendo entre ellas...
La canción que da nombre al disco, SED, en realidad es un interludio muy ruidoso. ¿Por qué os representa tanto?
Las piezas instrumentales las desarrollamos siempre con la idea de que sugieran algo. Esta, por ejemplo, es algo tan sencillo como una catarata, agua corriendo... Una metáfora musical muy simple, pero que funciona.
Os gusta jugar con los sonidos de la naturaleza. En Fukushima, por ejemplo, recurristeis al sonido de árboles cayendo. Una sensación parecida a la que deja una frase como "los animales mueren" en La carretera... ¡Sois muy buenos transmitiendo decadencia!
¡Gracias! [risas] Bueno, el mundo nos ayuda bastante. La verdad es que habla de ese holocausto, pero también de la esperanza. Concretamente, de que la esperanza pasa por el género femenino. A ver si resulta que al cambiar la forma de gobernar, el planeta podría mejorar. Hay oscuridad, pero también hay esperanza. Siempre hay algo a lo que agarrarse. Siempre hay otra opción que quizá puede cambiar las cosas...
No soléis incluir colaboraciones en los discos, pero os desquitasteis con las versiones de Detrás del espejo: J, Menta, Boyanka Kostova, Biznaga, Carolina Durante, Soleá Mornte, Sr. Chinarro, Joaquín Pascual...
Eso fue un momento muy determinado. Estábamos en la pandemia, sin salir... Ya veníamos de una colaboración en el disco anterior (Ari), pero es que ahora parece que estás obligado y cuando haces un disco no estás pensando en eso. Si de repente necesitas un cuarteto de cuerdas, lo haces. Pero normlmente son colaboraciones por el morro para que aparezcan en Spotify y puedas llegar a más gente. Si sale de forma natural, es guay. Pero eso es difícil. Quizá si viviéramos en Madrid o en Barcelona... Pero claro, vivimos en Abanqueiro y por allí no pasa nadie.
Puestos a fantasear, yo veía claramente una colaboración con New Order, que quizá pueda ser complicada... ¡Pero también con El Columpio Asesino! ¿Os ha dolido su anuncio de separación?
¡Claro! Es un grupo muy de nuestra generación, aunque ellos empezaron antes, y al principio fue una gran influencia. Además son gente supermaja. Es un ciclo que se acaba... Pero aún estamos a tiempo de disfrutarles.
¿Cuál es el grupo que más os ha dolido que se separe?
¡Low! Por circunstancias complicadas, además. Todavía no lo quiero ni pensar porque han sido una referencia absoluta desde el principio hasta el final. Siempre lo hemos escuchado muchísimo. No me lo esperaba. Son un ejemplo a nivel artístico y también por la forma de llevar su carrera... Nos inspiramos en grupos como Low o Yo La Tengo...
¿Vosotros sois más de Blur o de Oasis?
¡De Pulp! Yo tuve un disco de Oasis y me gustó un día y luego lo odié toda mi vida. Con Blur me pasó un poco lo mismo. Pero Pulp aguanta, igual que Primal Scream. En esa época es que me metí en el trash metal sin control.
¿Cuál podría ser la canción del verano?
¡Una que dé asco! [risas]
¿No tenéis una vida paralela al grupo en la que también suena reguetón?
A ver, como espectadores vemos a una media de 10 orquestas al año. Y tiene matices machistas, pero vamos porque es la música que hay. Si hay fiesta, es orquesta... Es raro el año que no vemos un par de veces El Combo, la Panorama, la Paris-Noia... Y, si no vas, los escuhas desde casa.
¿Os imagináis que versionan Estrella solitaria?
¡Sería increible! Pero nada de bañadores... Al final no dejan de ser parte de la industria musical y ahí hay mucho trabajador. Son currantes de la música y se merecen todo nuestro respeto.
Hace algunos meses se habló mucho del precio de las entradas VIP en un concierto de Lori Meyers. ¿Qué pensáis?
Es que si la gente solo va a eventos megalómanos que valen mucha pasta... También hay conciertos de 12-15 pavos de gente que igual dentro de 5 años te vas a matar por ir, y luego están las entradas de 2, 3, 5 euros por ver a gente que nunca se va a poder pagar el hotel. Lo de situar la zona VIP ahí delante me parece una aberración. La música es para unir. ¿Qué es eso de separar por clases sociales? ¡Frenad un poco, hombre! El rock empezó siendo algo muy popular y esta industrialización máxima no me gusta nada.
Canción de muerte del pez dorado recuerda un poco a Seguidores...
Habla de esos estados en los que cumples tu objetivo, pero sientes un vacío existencial., Un reposo mortificante, como de cementerio.
Carlos G. Cano
Periodista de Barcelona especializado en gastronomía...