"Es enorme, no sé cómo puede caber tanta agua": una anciana de 100 años ve por primera vez el mar
Un grupo de ancianos de una residencia de Zamora viajan a la playa de San Lorenzo de Gijón para ver el mar
Ancianos de una residencia de Zamora ven por primera vez el mar
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Cuando pensamos en primeras veces, normalmente tendemos a imaginarnos a edades tempranas o no muy mayores: la primera vez que montamos en bici, el primer amor, el primer viaje con amigos... Pero esto no siempre es así. Amanda Martín es buena prueba de ello, ya que a sus 100 años ha visto por primera vez el mar. También es el caso de José Álvarez, que con 93 años solo lo había visto en la televisión, y el de José Calvo, que con 82 años solo había salido de Zamora una vez en su vida: para hacer el servicio militar en Valladolid.
Esta bonita historia ha sido posible gracias a la dedicación de los trabajadores de la residencia Virgen del Carmen de Peleas de Abajo, una pequeña localidad de Zamora. Cuando Gabriel García, auxiliar en esta residencia de mayores, estaba trabajando con su compañera Rocío cuando pensaron en quiénes de los ancianos habrían visto alguna vez el mar. Fue entonces cuando, con el apoyo del centro, los trabajadores organizaron una excursión a la playa de San Lorenzo de Gijón.
Las cuatro horas de autobús no frenaron a estos nueve ancianos de su viaje a la playa. De este grupo, algunos ya habían tenido estado alguna vez, pero se mostraron igual de emocionados que sus compañeros que nunca antes habían visto el mar. "Es enorme, no sé cómo puede caber tanta agua", expresó la centenaria con lágrimas en los ojos. Amanda incluso quiso comprobar que el agua era salada y la probó. Pese a su edad, fue la primera en bajar del autobús, quitarse los zapatos y las medias, y meter los pies en el agua.
Los otros dos usuarios de la residencia que nunca habían visto el mar se mostraron igual de abrumados. Uno de ellos es José, que para no olvidar nunca aquel día, se llevó consigo una concha de recuerdo. Tal era la ilusión de estos abuelos por hacer este viaje, que no les importó las dificultades que se les presentaban. Algunos de ellos incluso fueron en sillas de ruedas.
Gabriel, trabajador de la residencia Virgen del Carmen y el organizador de la excursión, se ha asomado a La Ventana para desarrollar esta anécdota y explicar por qué algunos de estos mayores aún no han podido ver el mar: "Son gente que, en nuestro pueblo, en Peleas de Abajo, son de entorno rural. Esto significa una vida de sacrificio continua, mucha dedicación y poco tiempo libre. No tienen tiempo de pensar en ellos y da gusto atenderlas".
El auxiliar contaba que los viajes y las excursiones con la residencia no son nada frecuentes, en parte por las dificultades técnicas que se les presentan (de movilidad, permisos...) Aún así, viendo el éxito que ha tenido entre los mayores, desde la dirección de la residencia han comunicado que se plantean que viajes de este tipo vuelvan a repetirse.
Unos abuelos influencers
Historias como estas nos confirman que, en varias ocasiones, nuestros mayores tienen la misma o incluso más ilusión que muchos jóvenes. Esto se demuestra en los vídeos virales de Juanki Municio, un joven influencer que sube vídeos de sus abuelos a TikTok. Uno de los más compartidos es en el que muestra cómo se lleva a sus abuelos de fiesta.
Juanki ha contado para 'La Ventana' que detrás de esos vídeos con sus abuelos no hay ningún tipo de preparación ni de guion: "Cuando grabo un vídeo no digo nada. Yo simplemente les grabo y lo subo. Grabo esos vídeos y me divierto mucho. Mi abuelo los ve y se ríe también. A mi abuela no le gusta tanto".