El día que Kuss rescató a Roglic en el Angliru
Una imagen que contrasta con lo que pasó este miércoles en La Vuelta cuando Roglic y Vingegaard no le esperaron a falta de 2 kilómetros
Mismo sitio, pero diferente ejecución. La presente edición de la Vuelta a España está dando que hablar sobre todo por la gestión que el equipo Jumbo-Visma está llevando a cabo con los tres primeros clasificados: Sepp Kuss, Jonas Vingegaard y Primoz Roglic. El norteamericano es líder de la carrera española, una rara avis ya que suele ser él quien se vista con el maillot rojo, sino el que ayuda a sus compañeros a conseguirlo. Lo hemos visto en varias ocasiones, tanto con el esloveno (que suma tres Vueltas y un Giro) como con el danés (que tiene dos Tour de Francia). Ambos le siguen muy de cerca en la general, pero ya han comenzado a 'no respetar' la lealtad y tanto en Bejes como en Angliru consiguieron recortarle los segundos que les separaban. Ésta última, una cima que les trae recuerdos.
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"Roglic y Vingegaard han recibido mucha ayuda de Kuss... ellos le quieren regalar algo", dijo Robert Gesink, también del Jumbo, en los micrófonos de la Cadena SER. Sin embargo, en el ciclismo nadie te regala nada. Vingegaard, en una jornada marcada por el accidente de Nathan van Hooydonck, venció en Bejes y arañó un minuto a Kuss. Al siguiente día, en Angliru, el mismo protagonista con Primoz Roglic a su par le rebañaron otros tantos segundos, tanto que el danés ya está a ocho segundos del norteamericano. Todo con el 'permiso' de Kuss que comenzó a quedarse a falta de 2 kilómetros a meta cuando los tres coronaban el puerto especial juntos. "Go guys (vamos chicos)", dijo. Y no esperaron. Una acción que ha dado mucho que hablar —hay división de opiniones— dentro del mundo del ciclismo ya que muchos pensaban que llegarían los tres de la mano y respetarían el cumpleaños del hasta entonces su gregario y amigo que está ante su única oportunidad de ganar algo.
En el Angliru ganó Roglic, pero dejándose atrás al líder de la carrera. Una imagen que contrasta con lo que pasó tres años antes en el mismo sitio. El esloveno empezó a sufrir en 2020 ante Carapaz, su gran rival de aquella edición. Primoz, en pleno ascenso, comenzó a quedarse y fue Kuss quien disminuyó su marcha y le acompañó hasta meta, evitando así una pérdida de tiempo mayor. Un hecho que le sirvió a Roglic para ganar su segunda Vuelta. "Lo siento por Kuss, porque él podría haber ganado la etapa. Quiero darle las gracias por su apoyo en el tramo final. Sin él hubiese perdido más tiempo", dijo en meta. Sólo perdió 10 segundos con el ecuatoriano, aunque sí que le birló el maillot rojo aquel día (lo recuperó en la crono del día de después). Un gesto que no recordó este miércoles cuando quedaban dos kilómetros para terminar la etapa.
"Hay buen rollo, somos amigos"
Pese a ello, Kuss aseguró en línea de meta en el Angliru que "hay buen rollo" entre los tres ciclistas del Jumbo, y eso que incluso llegó a pensar que había perdido el maillot rojo. "Estoy muy contento. Cuando crucé la meta creí que había perdido el maillot rojo, pero ni siquiera estaba triste. Sabía que lo había hecho lo mejor posible en la subida. Cuando he escuchado que mantenía la roja me sorprendí", dijo. "Hoy he tenido sentimientos extraños, pero no en un mal sentido. He estado delante otro día con mis dos compañeros de equipo, y también amigos. Creo que lo hemos pasado bien, ¡todo lo bien que lo puedes pasar subiendo Angliru!".
Sepp Kuss destacó la libertad que tienen en carrera y que ya habían analizado "las posibles situaciones en carrera" y decidieron "que tiene que ganar el más fuerte, y que, por supuesto, no debíamos atacarnos entre nosotros ni ponernos en peligro". A su vez, Vingegaard, que le atacó dos días antes en Bejes, aseguró que espera "que Kuss conserve la roja" ya que le "encantaría verlo ganar esta Vuelta a España".
Íñigo Renedo
Redactor de deportes en la Cadena SER y forma...