¿Quién mueve los hilos en el Partido Popular?

La pruebas de que Alberto Núñez Feijóo no controla el partido que preside ya son más que evidentes. Empezamos a acostumbrarnos a las matizaciones de sus palabras o de sus iniciativas solo minutos después de que, quien debería ser el máximo responsable del partido, las verbalice. Hablamos a menudo del ala dura y a veces de nombres concretos de dentro y de fuera de su partido, como los responsables de sus bruscos virajes, pero ayer el responsable fue nada más y nada menos que José María Aznar. Bastó que el expresidente hablara de una movilización cívica para que desde Génova se anunciara una en las vísperas del intento de investidura del jefe.

Cuca Gamarra le puso fecha a la movilización y algún otro responsable del partido habló incluso de canalizar el clamor social contra la ley de amnistía que se escucha por las calles. Y ahora no saben cómo salir del charco, que si acto de partido, que si manifestación, que si concentración... Lo cierto es que el PP va a hacer oposición desde la calle, sea en el formato que sea, solo dos días antes de que su líder Alberto Núñez Feijóo se someta a una investidura. Es él ahora, él mismo, el candidato a la investidura y es su partido el que convoca un acto en contra de alguien que no lo es y que en cualquier caso está empezando a negociar por si le llega el turno.

Se sitúa ya el PP en la oposición, sin haber fracasado todavía en la investidura, y se pone frente a un Gobierno que no existe y que no sabemos si existirá. Pretende una movilización sobre algo que ni siquiera sabemos en qué términos está negociando el PSOE y ni siquiera sabemos si la negociación culminará con éxito. Es como si el PP se situara ya en una pantalla que todavía no existe. El partido del candidato a la investidura protestando contra alguien que todavía no ha sido designado y que puede estar negociando, o no, para ello.

Pero es que hay más, en esta estrategia errática de Feijóo, el PP intenta hacernos creer que lo de la movilización ya lo habían pensado, pero que no lo habían dicho y, casualidad, lo cuentan justo después de que Aznar lo planteara. Llegó Feijóo a Madrid con el talante dialogante y defendiendo el parlamento como único escenario para el debate político, y un año después se ve arrastrado a la protesta en las calles sin tener autoridad para frenarla. ¿Quién mueve los hilos en el Partido Popular? Porque está claro que su presidente, y recordemos, candidato a la investidura como presidente del Gobierno, seguro que no es. Y esto es ciertamente inquietante por si en algún momento llegara a gobernar.