"Lo peor fue estar solo con mis torturadores, sin saber cuánto tiempo iba a durar": la demanda de un militante antifranquista sigue adelante gracias a la Ley de Memoria Democrática

Madrid

La Fiscalía ha apoyado este jueves que se investigue un caso de torturas por parte de la policía franquista. El Ministerio Público ha corregido la negativa de una fiscal de Barcelona y respalda la querella presentada por el militante antifranquista Carlos Vallejo. En Hora 25, hemos querido contar con su testimonio y preguntarle por cómo ha recibido la noticia.

Carlos Vallejo denunció por torturas y delito de lesa humanidad a seis miembros de la brigada político-social de Barcelona. Los hechos denunciados ocurrieron entre 1970 y 1971 en la comisaría de Vía Layetana, en Barcelona. Vallejo era miembro del Partido Socialista Unificado de Cataluña y del Sindicato Democrático de Estudiantes, así como de Comisiones Obreras. Esos años, fue detenido hasta en dos ocasiones por la policía y torturado durante más de veinte días por llevar en la mochila octavillas con el poema de Rafael Alberti "los seis clavos", un poema que hacía referencia a los seis condenados a muerte por el franquismo en el proceso de Burgos y el libro 'Iniciació a la economia marxista'.

Preguntado por si estaba contento con la noticia, Carlos Vallejo reconocía que "no es una cuestión de estar contento a título personal. Es una lucha que llevamos desde hace muchos años las organizaciones memorialistas y es un paso adelante, pero es el primer paso. Vamos a ver cómo continúa". El militante antifranquista se mostraba prudente, pero sí que se mostraba muy satisfecho con que "a partir de la aprobación de la Ley de Memoria Democrática haya cambiado el criterio de la Fiscalía".

Le preguntaba Aimar Bretos qué buscaba con su denuncia. Las palabras de Carlos Vallejo sobrecogían: "No busco nada personal. Busco poner en evidencia la injusticia que ha sido en este país que hasta después de 50 años de los hechos que a mí me pasaron, no se ha podido tener en consideración lo que pedimos: verdad, justicia y reparación. Pero en el sentido de poner en valor la lucha de los jóvenes de aquella época, que sufrimos las consecuencias de esa lucha que era simplemente defender lo que ahora son derechos constitucionales". Seguía Carlos Vallejo recordando que no es una cuestión del pasado remoto, sino del pasado reciente. Y hacía un guiño a los jóvenes: "esto es hacer cultura democrática para las nuevas generaciones".

El momento más duro de la entrevista llega cuando Carlos Vallejo nos cuenta exactamente qué le hicieron aquellos policías franquistas: "Me vinieron a buscar a mi casa cuando yo iba a trabajar. Me detuvieron. Ya en el trayecto de mi casa hasta la Vía Layetana, que era la sede de la Brigada político-social, empiezan las vejaciones, las torturas, los golpes, las patadas, los insultos, hasta llegar a la Vía Layetana, donde como era estado de excepción, el límite temporal de detención policial que, normalmente era de tres días, en estado de excepción era indefinido. Y yo caí en manos de la Brigada político-social con un horizonte temporal indefinido en sus manos y esa es la peor de las torturas: saber que estás solo frente a los torturadores y no sabes el tiempo que puedes estar, tres meses, veinte días, una semana, y en mi caso fueron 20 días. La peor tortura de esto fue pensar que estás en sus manos indefinidamente".

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Para acabar, Carlos Vallejo nos confiesa lo que le dijo uno de los policías que le torturó. Se trataba de Genuino Navales, que le dijo: "seré policía profesional cuando venga la democracia. Seré policía cuando gobiernen los tuyos. Y, efectivamente, llegó a ser Director General de Protección Civil, responsable de la seguridad de la primera visita del Papa y éste a mí directamente me torturó". Desde la aprobación de la nueva Ley de Memoria Democrática es obligatorio investigar los crímenes del franquismo hasta la aprobación de la Constitución en 1978.