Julio Pacheco, torturado del franquismo, reclama verdad, justicia y reparación

Hace casi cincuenta años que Julio Pacheco pasó por la Dirección General de Seguridad, la sede de la policía política franquista en Madrid que ahora acoge al Gobierno de la Comunidad en la Puerta del Sol. Entonces era estudiante de Biológicas y miembro de la Federación Universitaria Democrática de España y del Partido Comunista. Fue detenido por su militancia y sometido a torturas continuas. Ahora se ha convertido en la primera víctima de torturas del franquismo en declarar ante un juez contra los crímenes de la dictadura.

Durante los siete días que Pacheco pasó retenido, sufrió todo tipo de “torturas, golpes y amenazas”. Le recibió el condecorado torturador ‘Billy el Niño’. Pasada esa semana fue trasladado a la jurisdicción militar acusado de terrorismo y de ahí llevado a la cárcel de Carabanchel. “Se ensañaron contra el FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriota) en busca de información”, recuerda. “Estaban buscando a los a los supuestos comandos” que mataron al teniente de la Guardia Civil Antonio Pose.

Junto a Pacheco fue detenida también su novia entonces, ahora su mujer. “La detuvieron una hora antes que a mí”, cuenta. “También la torturaron e incluso me la enseñaron cuando la estaban torturando para presionarme”.

Todo ocurrió solo tres meses antes de la muerte del dictador Francisco Franco. Ambos han tenido ahora la oportunidad de contar ante la Justicia lo que sufrieron por primera vez desde la llegada de la democracia. Desde su organización han puesto cien querellas con el objetivo de judicializar su historia y obtener “verdad, justicia y reparación”. Pero el proceso no ha sido sencillo. La primera cita para declarar ante la juez prevista para el 14 de julio fue aplazada en lo que Pacheco consideró “una jugarreta sucia” para impedirles hablar. Finalmente pudieron hacerlo el 15 de septiembre.

Pacheco cree que “todavía tenemos una herencia grande del franquismo”, con jueces que “pasaron del tribunal de orden público a la Audiencia Provincial de un día para otro” y con una ley de Amnistía que “ha sido otro impedimento” para sus querellas porque amnistiaba también a los torturadores. Además, insiste, “hasta 2004 España no se adhirió al convenio de los delitos de lesa humanidad que no pueden amnistiarse ni prescriben”.

“Franco llegó matando y murió matando”, dice Pacheco. Apenas un mes antes de su muerte, cinco compañeros fueron asesinados. En todos estos años desde 1975 las víctimas del franquismo han visto cómo sus torturadores recibían medallas y sobresueldos. Además de ‘Billy el niño’, el comisario Villarejo era uno de esos policías torturadores a los que Pacheco ha denunciado. Incluso ha llegado a encontrarse con alguno de sus torturadores en la calle. La esperanza de Pacheco es que su declaración sirva para abrir la puerta a que se acepten las querellas de las víctimas, que se conozca lo que supuso el franquismo en España y se juzgue a los represores.