Levantar un teléfono y que te den un jet privado

El rey emérito ha estado de regatas y mariscadas en Sanxenxo, a pocos metros de donde su hijo, el rey Felipe VI, inauguraba un foro sobre el bipartidismo y el espíritu de la Transición, ese que hasta hace nada simbolizaba su padre. Pero no se han visto, ni se han llamado, cosa que tiene al rey sénior un poco disgustado. Según comentó a sus amigos se plantea incluso no ir a la celebración privada por los 18 años y la consiguiente jura de la Constitución de la princesa Leonor, que, por cierto, se celebrará en el Palacio del Pardo, lugar que no le parece a Juan Carlos el más indicado. Tal vez en eso, han comentado Àngels y Martín, tenga algo de razón. «Tienen palacios para elegir ¿y se van al Pardo? Da un poco de mal rollo». Sí se sabe que Juan Carlos ha regresado ya a su «exilio» saudí a bordo de un Bombardier Global 6000, avión cuyo precio, dependiendo del modelo y del año de construcción, oscila entre los 20 y 60 millones de euros. Pertenece al suegro de su sobrino Filipos de Grecia, que se casó con la heredera de Vista Jet, la empresa de aviones privados más importante del mundo. Suele venir a España en un avión prestado por sus amigos árabes, pero esta vez ha sido a través de esta empresa. «A veces creo que lo sé todo y esto no lo sabía», ha suspirado Àngels. Lo que no se sabe es si lo paga: el alquiler, el combustible, los honorarios de la tripulación... Martín Bianchi cree que «él no paga nada», pero se pregunta cómo será pedirlo: «oye, necesito un avión para ir a Galicia a una mariscada». ¿Llamará él? ¿Llamará un secretario? ¿Mandará un mail? «Qué maravilla, levantar un teléfono y que te den un jet privado». Además, en su sección semanal en el Hoy por Hoy de Àngels Barceló, Martín Bianchi ha comentado el contraste de la vida del emérito con la la dura vida de la heredera, la princesa Leonor, en la Academia Militar de Zaragoza. «Si no fuera la Princesa de Asturias la Defensoría del Menor actuaría de oficio», se ha escandalizado Martín antes las fotos de Leonor arrastrándose por el barro y cargando con todo el equipo militar en una piscina. Sin embrago, «considerando los antecedentes de la Familia Real con las armas», ha añadido, «me quedo más tranquilo sabiendo que Leonor sabe coger un fusil.» También hemos visto a Cristina de Borbón en la boda de Borja Prado, con 800 invitados, que incluían a Nicolás Sarkozy y su esposa Carla Bruni, que cantó un tema para los novios. «Eso es ser hijo de Borja Prado, que te viene Carla Bruni a Medina Sidonia. Lo que me fascina de estas bodas del IBEX es que siempre son los mismos invitados, igual hay una lista única que se van pasando: los Cortina, los Abelló, los Gamazo... Esto te dice cómo funciona la alta sociedad española, es un grupo reducidísimo en el que nunca nadie entra ni sale». Martín ha terminado comentando, a propósito de la condena por estafa de Carlo Constanza, la dureza extrema con la que se juzgó en los 90 a Mar Flores por un escándalo en el que ella fue la víctima, y no la culpable, de una oscura trama urdida por hombres. Se refiere a aquella portada de Interviú en la que se veía a la modelo con Alessandro Lecquio. «No surgió entonces ni una sola voz que la defendiera. Hoy, afortunadamente, creo que la cosa cambiaría».

Levantar un teléfono y que te den un jet privado

¿Un avión para un rey (emérito)? Marchando el más caro del mundo

Eva Cruz

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