Fiestas de las que estás deseando largarte cuanto antes

Hay fiestas para las que uno se prepara con muchísima antelación. Sabes lo que vas a ponerte, a qué hora tienes que estar para coger buen sitio, quiénes son los otros invitados. Son fiestas tan cargadas de previas que al final estás deseando largarte cuanto antes.

Y luego están las otras. Esas en las que uno recae sin saber que se celebran. Esas en las que uno lo goza cuando no estaba previsto. Y algo así es lo que percibí ayer en los alrededores del Palacio Real de Madrid. En mujeres como Marina, una turista argentina alojada en un hotel muy cercano que preguntaba hasta qué punto el rey pintaba algo en este país, y lamentaba el estado en el que está el suyo. Pero que ante tanta putrefacción y tanto populismo ha optado por gastar el dinero que tiene en viajar por Europa.

Se partía de la risa como me partía yo con las ocurrencias del público. Esa gente que bromea con cualquier cosa y dice: "¿Y ahí dentro qué les dan, un kebab?", o "date prisa que ahí dentro hay mucha gente, a ver si nos van a quitar la mesa".

Había ayer un poco de todo. Multitatuados vestidos con polos de los distintos ejércitos. Conservan los músculos y también cierta tendencia a la barriga fofisana. También abuelas que mataban el rato enseñando videos de los nietos haciendo cosas de nietos. Turistas, muchos turistas. Camisetas del Real Madrid, del Barça y del Atleti, una de la selección española con un apellido ilustre: Iniesta de mi vida.

Había curiosos que, tras un periplo en cercanías y metro, y después de una caminata bajo un sol de justicia, una vez que se dan cuenta de que los monarcas no saldrán al balcón a saludar, dicen eso tan nuestro como: “Pues nada, tiramos una foto y nos vamos”. Los había enfadados, como esa familia de gallegos que lamentaban no poder visitar el palacio justo ayer, que es cuando lo tenían previsto. Estaba esa España que tanto me gusta, la que se fija en detalles que al resto nos pasan desapercibidos: "¿Qué quietecicos están los caballos, no? A Cantinero le tengo que dar un palo para que no se mueva, el jodío". Un abrazo a Cantinero.

Y mis favoritos. Una pareja de novios, calculo que recién estrenada la mayoría de edad. Ella con pantalones cortos vaqueros, botas militares, top palabra de honor de la marca Shein. Él con camiseta del Barça, que nada más ver marcharse a los reyes de España y a los coches con los miembros de seguridad, le dijo a su novia: “¿Has visto los 'series 5' que llevan los cabrones? Y yo con un Seat”. “Anda, cállate, que me estoy asando”, respondió ella. Otra que también estaba deseando largarse de la fiesta.

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