"Acaban generando un desequilibrio": una nutricionista, más clara imposible sobre las bebidas energéticas y su posible prohibición en Galicia

A partir del año que viene, la Xunta de Galicia prohibirá el consumo de bebidas energéticas a menores de edad. Debido a su alta concentración de estimulantes (como la cafeína o la taurina), se las comparará con el alcohol. Junto a estas restricciones, en el borrador de la nueva ley contra las adicciones se sugiere también que no se anuncien a menores de 18 años ni que se vendan junto a los lineales de refrescos.

Natalia Moragues, nutricionista, farmacéutica y autora del libro 'Empezar a comer sano', ha visitado 'La Ventana' para opinar sobre esta nueva decisión. La nutricionista ha indicado que personalmente aplaude la decisión de la Xunta de Galicia: "Muchas veces no somos nosotros las personas que tenemos que tomar la decisión; el gobierno tiene que poner de su parte. Con las tasas tan elevadas de adolescentes que consume este tipo de bebidas, sin ser conocedores del daño que provocan, yo lo veo una decisión totalmente acertada".

Cuando estamos bajo estrés, las bebidas energéticas pueden ayudarnos a mantenernos despiertos, combatir la fatiga, rendir mejor físicamente y agudizar nuestra mente. Sin embargo, también pueden provocar ciertos problemas de salud. "En general, altas dosis de cafeína pueden provocar trastorno del sueño, alteraciones de la tensión arterial, palpitaciones, náuseas, vómitos e incluso convulsiones. Estos efectos en el sistema nervioso central pueden ser especialmente perjudiciales para aquellas personas que no tienen del todo formada la corteza prefrontal, es decir, niños o adolescentes", ha explicado Moragues.

"Con la cafeína y el azúcar es así"

Según la nutricionista, además de provocar serios problemas en la salud, este tipo de bebidas pueden crear dependencia: "Sobre todo, los que tiene más riesgo de parecer una adicción a estas bebidas son los adolescentes. Combinaciones como alcohol y bebidas energéticas suponen un riesgo muy elevado para desarrollar conductas adictivas. Es como una montaña rusa, cuanto más alta es una subida, más es la bajada. Con la cafeína y el azúcar es así".

Los adultos no están exentos de los problemas que produce el consumo de estas bebidas, aunque los jóvenes son a los que más les afecta. "Lo que es verdad es que en niños adolescentes los efectos son mayores. Al final, lo que hace la cafeína es inhibir los neurotransmisores encargados de transmitir la sensación de cansancio o sueño. Esto ocurre en una parte del cerebro que no está del todo formado, acabamos generando un desequilibrio de dopamina, adrenalina... en la gente joven", ha indicado.