Aragonès clama en el Senado por la amnistía como "punto de partida con un destino": un referéndum de independencia "como el de Escocia"
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha señalado tras escuchar a su homólogo catalán que "España ya no tolera más indignidad" y ha cargado duramente contra el Gobierno
Madrid
El foco político en España está este jueves en el Senado. Allí el PP había propuesto debatir una moción sobre "la convivencia democrática dentro de la Constitución", en la Comisión General de las Comunidades Autónomas de la cámara alta, con el objetivo de que se pronunciaran sobre la amnistía los tres presidentes autonómicos socialistas -el asturiano Adrián Barbón, la navarra María Chivite y el castellano-manchego, Emiliano García Page-.
Sin embargo, el anuncio de asistencia del president catalán, Pere Aragonés, lo ha cambiado todo. Aragonès dijo que hablaría de amnistía y que expondría su posición sobre el referéndum y así lo ha hecho. "He venido a defender la amnistía y el referéndum de autodeterminación de Cataluña", ha arrancado.
"El objetivo real de esta comisión no es otro que volver al anticatalanismo para desgastar al adversario", ha explicado el president de la Generalitat. "Siempre se utiliza Cataluña para ganar algunos votos. Al PP no le importan los anhelos de los catalanes. Si les importase Cataluña, nos invitarían para hablar del déficit fiscal, para hablar del servicio de Cercanías que afecta a tantos ciudadanos voten a quien voten. Si les importara Cataluña estarían a nuestro lado para promocionar la lengua catalana".
Aragonès ha reivindicado a Cataluña como "nación" y ha defendido que "la amnistía hoy es imprescindible para acabar con el conflicto político". "Es un punto de partida que tiene que continuar el trabajo hecho en los últimos años", ha explicado. "La amnistía no es un punto final, es el punto de partida con un destino: que la ciudadanía vote en un referéndum de independencia. Un referéndum como el de Escocia. Es un gran consenso de Cataluña".
El PP critica la ausencia del presidente del Gobierno en funciones y candidato a la reelección, Pedro Sánchez, y el hecho de que Aragonès no se haya quedado a escuchar después de su intervención. Los de Alberto Núñez Feijóo aseguran que la ausencia de Pedro Sánchez les beneficia, pero a la vez no pueden evitar cargar contra el jefe del Ejecutivo. "Despreciar al Parlamento es una actitud propia de un autócrata", ha sentenciado Esteban González Pons.
Críticas de los barones del PP
Varios presidentes autonómicos del PP, entre ellos Carlos Mazón, han criticado que el president catalán, Pere Aragonès, no se quede a escucharles después de su intervención, aunque también han valorado su presencia en este foro. Aragonès, que ha sido el primero en llegar al Senado para mantener una reunión previa con senadores catalanes, no solo de su partido ERC, sino también de Junts y del PSC, según fuentes de la formación republicana, ha intervenido en la sesión de la Comisión, pero a continuación ha abandonado la cámara.
El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, ha afirmado que “España no se puede permitir dar pasos atrás en la defensa de la convivencia entre todos”. El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, ha denunciado que aprobar una amnistía para los independentistas catalanes "no sería perdonarles, sería pedirles perdón” y “decirles que nunca debieron haber sido detenidos, juzgados y condenados” y otorgar un “trato privilegiado a quienes quebrantaron la convivencia” en 2017.
La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha denunciado en la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado que el jefe del Ejecutivo en funciones y candidato del PSOE a la investidura, Pedro Sánchez, "ha elegido ser rehén de los independentistas", que ponen "unas condiciones inasumibles para cualquier demócrata".
"Anomalía democrática también es bloquear una sesión de investidura y jugar con los plazos a su antojo, como hace el PSOE en el Congreso de los Diputados, que lo tiene secuestrado", ha señalado el senador popular Gerardo Camps Devesa.
Ayuso, la más crítica
Una de las más críticas ha sido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Considera que los independentistas "se ven así mismo como vencedores" pero ha añadido que "eso está por ver". Ha señalado la "ausencia vergonzante" del Gobierno. Lamenta que nadie del Ejecutivo "da la cara" para explicar "las razones de la mayor traición que se puede hacer a un país".
"España ya no tolera más indignidad. Sánchez subasta España y las instituciones a cambio de unos meses más de poltrona", ha defendido Ayuso preguntándose "cuánto tardarán sus amnistiados en repetir su traición". "No hay que contentar a los que no se van a contentar", se ha respondido.
Tanto Ayuso como el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, no han dudado en nombrar a socialistas como García Page o Juan José Laborda, que han manifestado su desacuerdo con una posible ley de amnistía. ¨¡Basta ya! Algunas cosas no son negociables", ha exhortado Mañueco. "Podrán vestirlo de seda pero todo esto seguirá siendo infame. No es reconciliación o concordia, es un simple contrato mercantil. Amnistía por votos. ¿Hasta dónde va a llegar Pedro Sánchez?", se preguntaba el presidente castellanoleonés.
"Oscuros despachos"
La presidenta de Baleares, Marga Prohens, ha cargado contra la “subasta” a la que se está sometiendo el Gobierno de España y que se está negociando en “oscuros despachos”, en referencia a la amnistía y a la posibilidad de un referéndum en Cataluña. El presidente de La Rioja, Gonzalo Capellán, ha asegurado que "el fin no justifica los medios salvo en quienes tengan una concepción maquiavélica de la política", en clara referencia a Sánchez, y a que pueda promover una amnistía a independentistas catalanes para lograr ser investido.
El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, ha acusado al jefe del Ejecutivo en funciones de "entregar la soberanía del pueblo español a los que siempre han renegado de España" a cambio de "un puñado de votos", además de iniciar un proceso de "cambio del régimen por la puerta de atrás". Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, ha criticado duramente la intervención de su homólogo catalán, Pere Aragonès, que ha calificado de "dislate" e "insulto".
El presidente de la ciudad autónoma de Ceuta, Juan Jesús Vivas, ha intervenido en el Senado para defender el artículo 2 de la Constitución: "Se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles".
El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, cree que "un gobierno débil es la antesala de los problemas de un país" y ha lamentado que "el PSOE del señor Sánchez ha decidido dejar España en manos de minorías radicales insaciables".
El vicepresidente de Canarias, Román Rodríguez, ha comenzado exponiendo algunas de las dificultades de las islas para luego centrarse en el tema central de esta comisión y condenar la posibilidad de una ley de amnistía: "He llegado a pensar que viven mejor siendo independentistas que independientes. Lo que es novedoso es que el Gobierno de la Nación se pliegue a estas exigencias".
"Mala educación"
El presidente de Aragón, Jorge Azcón, también ha criticado la ausencia de su homólogo catalán, Pere Aragonès, en el Senado y de los representantes del Gobierno: "La irresponsabilidad del Gobierno de España no estando aquí escuchando a las comunidades autónomas es indefendible y es imposible de explicar que se hable con los condenados por la justicia, pero no se quiera escuchar a los presidentes de las comunidades autónomas”. Sobre Aragonès ha dicho que "la mala educación no puede representar ni a Cataluña ni a los catalanes. El presidente del Gobierno ha decidido saltarse cualquier límite con el único objetivo de mantenerse en el poder a cualquier precio". "Si les importara Cataluña, les importaría España. Porque a mí que me importa Aragón, me importa España”, ha añadido.
La presidenta de Extremadura, María Guardiola, ha intervenido para denunciar que "España está atravesando un momento crítico, pero es un gran país" y ha acusado al "auge del populismo" y al "inexplicable seguidismo socialista" de las dificultades que, según ella, está atravesando España. "Si Puigdemont eleva su pulgar, al final Pedro Sánchez se convierte en el presidente de este país. ¿Cuánto puede durar un Gobierno así? ¿Dos años?", se ha preguntado Guardiola.
Evidenciar las contradicciones
Génova había diseñado la celada para tratar de evidenciar las contradicciones socialistas, pero no acuden a la cita ni Moncloa ni los tres presidentes socialistas -de Asturias, Castilla-La Mancha y Navarra- y tampoco lo hará el lehendakari, Iñigo Urkullu. El único que se asomará a la encerrona es el president catalán, Pere Aragonès, que acudirá al Senado y hablará el primero para defender "los grandes consensos" de la sociedad catalana en torno a la amnistía y la autodeterminación, frente a la "derecha reaccionaria". Y luego se volverá a Cataluña.
González Pons también ha dejado un recado para Aragonès por esta actitud: "Los dictadores también hablan, lo que no hacen es escuchar". Tras Aragonès está prevista la intervención de 14 barones regionales del PP con los focos puestos en Isabel Díaz Ayuso. El encargado de sacar la cara por el PSOE será Juan Espadas, líder de la federación andaluza, una de a las que más le rechinan las posibles concesiones a Cataluña. Ferraz dice que Espadas dejará claro que cualquier acuerdo de investidura garantizará la igualdad entre territorios.
El discurso de Aragonès
El president de la Generalitat catalana defenderá la amnistía y la autodeterminación y hablará sobre el déficit fiscal de Cataluña y la necesidad de que se transfiera a la Generalitat el servicio de Rodalíes al completo, un servicio que suma casi a diario averías e incidencias.
Una vez acabado su discurso Aragonès se marchará alegando motivos de agenda. El president no quiere dejar de explicar el posicionamiento de consenso independentista en Cataluña sobre la conveniencia de una consulta y de marcar el escenario y las condiciones en las que se debería celebrar un referéndum, pero no quiere entrar en el cara a cara con los líderes autonómicos del PP.