El proyecto de una adolescente para pagarse una mano biónica: "Lo primero que haré cuando la tenga será comerme un yogur"
Anita Ortiz García-Atance nació sin su mano izquierda y en 2021 empezó a vender joyas hechas a mano para conseguir los 60.000 euros que cuesta una prótesis
El proyecto de una adolescente para pagarse una mano biónica: "Lo primero que haré cuando la tenga será comerme un yogur"
Anita Ortiz García-Atance nació sin la mano izquierda, así que su mundo ha estado, desde siempre, adaptado. Pero con 14 años empezó a pensar en la necesidad de conseguir una prótesis por algo tan corriente como un dolor de espalda. "Al no tener mano, el brazo izquierdo nunca lo muevo, así que estaba empezando a haber mucha diferencia entre un lado y otro del cuerpo", ha contado en El Faro. Al buscar la solución a su problema, una prótesis biónica, se encontró con el gran escollo: el precio. "Una prótesis antigua vale unos 60.000 euros, las más nuevas se van a los 100.000 euros o incluso más", explica. Su idea para conseguir el dinero fue poner en marcha un proyecto de venta de joyas, al que ha llamado 'Pero qué bonita eres'. Gracias a él, este año ha conseguido llegar a los 60.000 euros. El proceso para conseguirla está siendo lento, pero en su cabeza ya tiene previsto cuál será el primer movimiento con esa mano biónica: "Lo primero que haré cuando la tenga será comerme un yogur", cuenta entre risas. Ortiz le ha explicado a Mara Torres que es un gesto que hoy en día puede hacer, pero con dificultades: "Lo cojo con el codo, pero es incómodo. Me hace ilusión poder coger la cuchara con una mano y el yogur en otra".
Ortiz está ahora mismo en el proceso para recibir su mano robótica. Uno de los objetivos del equipo que trabaja en ella es hacer que esa mano se parezca lo máximo posible a su extremidad, aunque ella tiene claro que será de color negra por la razón más práctica: se mancha menos. La joven asegura que no quiere esconder su condición: "Todo el mundo sabe que me falta una mano, no tengo ningún complejo, así que he pensado que negra impone más, ¿no? Yo quiero ir por la calle y que digan: 'Mira, tiene una mano robot".
La creadora del proyecto 'Pero qué bonita eres' cuenta en El Faro que con 4 años probó una prótesis estética, pero que era demasiado incómoda para una niña. "Me cuenta mi madre que iba por el supermercado y la tiraba, así que me duró un día", asegura. Ahora ha conseguido recaudar el dinero suficiente para comprar una biónica, pero su intención es seguir trabajando para que, en unos años, pueda renovarla: "Esto no dura para siempre, así que como ahora tengo el dinero para la primera, pues ahora falta seguir para comprar el resto".