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Opinión

Sí, tenemos que ser pesadas para rechazar la violencia sexual y de género

Y todavía vendrán con la cantinela de siempre porque si hay algo que los y las caracteriza es su previsibilidad

Ángeles Caballero: "Sí, tenemos que ser pesadas para rechazar la violencia sexual y de género"

Las Palmas de Gran Canaria e Islandia tienen aproximadamente el mismo número de habitantes. Y de Islandia sabemos muy pocas cosas. Hace frío, tienen un volcán de nombre impronunciable y es uno de esos lugares en los que uno intuye que habrá pocas colas para entrar en los sitios turísticos. Pero hoy, las mujeres de este país irán a la huelga general para protestar por la brecha de género, por la brecha salarial, por ese asunto que genera escalofríos a los reticentes al cambio, al negacionismo más rancio: la desigualdad.

Ángeles Caballero: "Sí, tenemos que ser pesadas para rechazar la violencia sexual y de género"

Están convocadas las precarias, directivas y autónomas, profesoras, cajeras de supermercado, abogadas y fiscales, escritoras, científicas, cantantes con mala suerte, las amas de casa y las que cuidan, que son y somos todas. Sabemos que la harán, porque así nos lo han dicho, la mujer que gobierna el país y dos de las mujeres de su gabinete.

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Es el segundo 24 de octubre que convocan un paro de este tipo para reivindicar su lugar, que es también el nuestro, en la sociedad, el peso que tienen en la economía en este rincón del planeta, para rechazar la violencia sexual y de género. Qué cosas, ¿verdad? La de entonces, por cierto, convocada en 1975, inspiró a las argentinas a hacer lo mismo.

Me gustan los gestos de este tipo, lo que simbolizan. Me gusta que tal día como hoy estemos pendiente de un país del que hasta hace un par de horas desconocía sus avances en materia de igualdad de género y el referente que supone. Y lo que más me gusta es que se nos ponga ante el espejo durante estos segundos de radio y, espero, lo que vendrá después.

Saldrán de nuevo los que nos llamen pesadas, los que digan que esto no sirve para gran cosa. Y habrá que darles la razón, porque no nos queda otra que serlo y que el escepticismo sea la primera de nuestras virtudes.

Vendrán con la cantinela de siempre porque si hay algo que los y las caracteriza es su previsibilidad. 'La brecha salarial no existe, son los padres. Las mujeres sois importantes, claro, pero estáis mucho mejor que antes y tampoco se puede pretender poner patas arriba a un país durante más de 24 horas'. Se excusarán en el tamaño de las cosas. Porque esto en Islandia y puede hacerse como la peatonalización de las ciudades es posible si te llamas, por ejemplo, Pontevedra.

Hablarán, y como en el libro de Rebecca Solnit, los hombres nos explicarán cosas. O lo intentarán. Pero hoy son las islandesas las que nos las advierten. Ya lo hicieron hace 50 años, y lamentablemente sigue habiendo suficientes motivos hoy para repetirlo.

Ángeles Caballero

Periodista. Colabora en 'Hoy por Hoy', con Àngels...