Una trabajadora de hotel revela lo que llevas toda la vida haciendo mal cuando dejas la habitación

La camarera de piso Silvia Contreras limpia una media de 21 habitaciones de hotel al día. A cada una le dedica alrededor de 15 minutos, aunque todo depende de cómo sea el cliente y del tiempo que pase en la habitación. Contreras ha revelado en «Hora 25» con Aimar Bretos qué cosas hacemos mal como huéspedes cuando abandonamos la habitación y ha resaltado aquellas que les hacen más fáciles el día a día. «Simplemente, se trata de que tengan recogidas sus pertenencias, que no haya ropa en el suelo o en la cama», señala. Para su comodidad, explica Contreras, los clientes deben dejar las toallas dentro del lavabo o encima de la tapa del váter. De esta forma, evitan tener que agacharse y ganan unos segundos en esa habitación. Muchos creen que lo mejor es dejar la cama hecha antes de irse. Sin embargo, lo mejor es retirar las sábanas. «Si los huéspedes las quitan, nosotras ganamos minutos que podemos dedicar a otra habitación», señala. Además, también se ha referido al plaid de cama, esa especie de colcha que encontramos a los pies de la cama al llegar al hotel. Explica Contreras que es un elemento puramente decorativo y que lo mejor es «plegarlo y guardarlo en el armario» nada más llegar a la habitación. Lo normal, dice Contreras, es que los huéspedes bajen al restaurante la comida que hayan pedido al servicio de habitaciones. «Si no quieren bajarla en el momento, pueden dejarla en la habitación. Lo que está feo es sacarla al pasillo», señala. En este caso, depende de la hora a la que se marchen los huéspedes. Si se van de madrugada, lo mejor es dejarla cerrada, ya que no se sabe lo que tardará la camarera de piso en ir a esa habitación. En cambio, si se marchan cerca de la hora del check out lo mejor es dejarla abierta: «De esa forma, la ventana está abierta unas dos horas y deja la habitación ventilada». Si la mayoría de los clientes apura a irse justo a la hora del check out se les juntan las salidas y tienen menos tiempo del planeado para poder dejar listas esas habitaciones: «Cuando se nos juntan 9 salidas tenemos 3 horas y media para limpiar. No tenemos que correr, tenemos que volar para poder salir a nuestra hora». Tardan 30 minutos en recoger una habitación «normalita» en la que entres y puedas decir «uy, está limpia». Eso es lo que vemos a simple vista, pero «la realidad es que está sucia, hay que barrer, limpiar o quitar el polvo». Confiesa que tienen que hacer «mucha matemática» en su día a día.

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Es un pequeño gesto, pero puede marcar la diferencia

Lydia Ramón Espinosa de los Monteros

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