Los Awad: la ocupación asfixiante de la que habla Guterres
Esta familia que vive en Cisjordania ha sufrido tres ataques de colonos judíos en los últimos seis años, en uno de ellos mataron al padre de la familia
El relato de una familia Palestina tras 56 años de “ocupación asfixiante”: las imágenes del enviado especial de la SER
Vehículo calcinado por los ataques israelíes. / Cadena SER
Cisjordania
Cuando el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, puso encima de la mesa los "56 años de ocupación asfixiante" a la que han estado sometidos los palestinos se refiere a historias como la de los Awad. Es una familia palestina que vive en el corazón de Cisjordania y que ha sufrido tres ataques de colonos judíos en los últimos seis años. En el primero, en 2017, mataron al padre de la familia. El tercero, el pasado 11 de octubre, les obligó a abandonar su casa y provocó cuatro muertos y varios heridos.
Más información
- Israel deniega el visado al encargado de Derechos Humanos de Naciones Unidas y pide la dimisión de Guterres
- Pedro Sánchez muestra su apoyo a Guterres: "Está alzando la voz de una mayoría amplia de las sociedades del mundo"
- Al Jazeera denuncia el asesinato de toda la familia de uno de sus periodistas tras un ataque israelí
- Guterres acusa a Israel de "tergiversar" sus palabras y asegura que "condenó los actos de terror de Hamás"
Entre esos heridos está Murad, un joven de 23 años, primo de la familia, que acudió con más vecinos de esta localidad a defender el territorio frente al ataque de los colonos. Esta es la ocasión en la que ha estado más cerca de la muerte porque las balas le han alcanzado el estómago y el hígado. Anteriormente, los disparos de los colonos le afectaron al hombro y una pierna. Él mismo nos enseña las heridas mientras cuenta que le dispararon cuando ayudaba a evacuar a otros heridos.
Los Awad viven en Qusra, un pueblo de 7.500 habitantes en el corazón de Cisjordania y a unos 25 kilómetros al sur de Nablus. Es un municipio rodeado de asentamientos ilegales que los colonos han ido creando y expandiendo de forma ilegal desde 1982. "El asentamiento comienza con una casa. Meses más tarde pasamos de una casa a una ciudad entera. Y así en toda Cisjordania. Se desplazan con caravanas y ocupan las tierras. Es como el cáncer cuando se propaga por el cuerpo. De tener una o dos casas al lado pasas a tener una ciudad entera", describe Mighamad, un palestino que participa con las autoridades locales en la organización del pueblo.
Varias de esas colonias judías se ven a simple vista desde Qusra. Los colonos que atacaron la vivienda de los Awad está a sólo un kilómetros de esa casa familia lo que le convierte en blanco fácil de los colonos que no eligen un objetivo en particular, simplemente atacan las casas o las fincas que consideran más accesibles desde sus asentamientos.
Se organizan en grupos de whatsapp para lanzar sus ataques. Los palestinos forman comandos de vigilancia que están operativos cada día y cada noche. "Nosotros nos movemos en patrullas que vigilan los movimientos de los colonos y si andan merodenado cerca de las casas alertamos a la gente a través de los megáfonos de la mezquita. Así es como protegemos nuestros hogares", cuenta Mighamad.
Los alrededores de la vivienda de los Awad, hoy vacía, todavía muestra las señales del último ataque del día 11. Un coche quemado, la valla de acceso reventada, restos de gas pimienta y una granada de mano en las inmediaciones de la finca. Las autoridades locales explican que la situación ha empeorado desde el inicio de la guerra porque el ejército ha dejado de contener a los colonos e incluso participa en los ataques. "Queman nuestras casas queman las mezquitas, cortan nuestros árboles", denuncia Othman Hassan, mano derecha del alcalde del municipio.
Pablo Morán, enviado especial de la Cadena SER, desde un funeral en Ramallah (Palestina)
Desde el pasado 11 de octubre, más de un centenar de palestinos han muerto en otros tantos incidentes registrados en 62 localidades de Cisjordania como Qusra. Desde hace años, los habitantes de este pueblo palestinos tienen que pedir permiso incluso para acceder a sus campos de olivos que son la base de la economía local. Este año, temen perder la cosecha por la falta de protección de los soldados israelíes.
La historia de esta familia es la de cientos de familias palestinas que vienen sufriendo estos ataques y este acoso de los colonos judíos desde hace décadas, alimentando el odio y haciendo imposible la convivencia. Una guerra para la que no cabe otra solución que la que nos describía la madre de Murad: "Que se vayan".
Pablo Morán
Jefe de Internacional de la Cadena SER y director...