Obispos encubridores
Pero nada impide que el Vaticano investigue ya no a los curas violadores, sino a los obispos que han callado pasivamente sobre esos atropellos a sus fieles o se han dedicado activamente a ocultar las tropelías de sus purpurados
Obispos encubridores
Barcelona
El informe del defensor del pueblo sobre los abusos sexuales en establecimientos católicos deja al lector noqueado. Tanto como el resumen que ha ofrecido su titular, Ángel Gabilondo, al Congreso. Una cifra espeluznante es el cálculo de cuántos abusos puede haber habido: habrían dañado hasta a un 1,13% de la población, o sea, 440.000 casos. Más que en Francia (que tiene mayor población), que estimó hace dos años 330.000 en territorio del Hexágono. Incluso si hubiese desviaciones de sesgo en la encuesta base, un 10% (o sea, 44.000), o un 1% (o sea, 4.400) del total, serían demasiados casos. En los archivos del diario 'EL PAIS' se han recopilado datos de 2.206 víctimas, si bien el portavoz episcopal decía hace dos años que se conocían "cero o muy pocas denuncias".
El otro dato sobrecogedor es la pasividad y o el silencio demostrado por algunos obispos, un evidente indicio de encubrimiento a los delitos cometidos por sus pupilos. "No todos los obispos han colaborado" con los investigadores, ha manifestado Gabilondo, aunque no ha concretado ni cuántos ni quiénes. Y es que la Iglesia "ha respondido con la negación o la minimización del problema", dice literalmente el informe, de 779 páginas. Una investigación de la Fiscalía sobre estos hechos seguramente sería compleja. Pero nada impide que el Vaticano investigue ya no a los curas violadores, sino a los obispos que han callado pasivamente sobre esos atropellos a sus fieles o se han dedicado activamente a ocultar las tropelías de sus purpurados. Y en su caso, hacer como su fundador, Jesucristo, que echó a empellones a los mercaderes que habían ocupado abusivamente el templo de Jerusalén.
Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas...