María Peláe revela su concierto más extraño: "Estuve cuarenta minutos cantando sin saber si les estaba gustando"

Madrid

Los comienzos siempre son difíciles y el caso de María Peláe no es una excepción. El título de su primer disco, en 2017, fue toda una declaración de intenciones: 'Hipocondría'. Después llegarían los costes en sentido literal, los problemas económicos, para hacer frente al tema que la situaría en el panorama musical nacional, 'La niña', tuvo que vender su coche. La leyenda de la Folcrónica no había hecho más que empezar. En su último álbum 'Al baño María' conocemos a una María Peláe que cada vez está más lejos de la 'Hipocondría' y más cerca del autoestima que se ha ido labrando con años de duro trabajo.

"La autoestima va y viene, tienes que convencerte mucho de lo que estás haciendo es bonito, indiferentemente de cuánta gente haya delante. Así que en el camino lo que he hecho ahí, siendo lo más fiel a lo que yo creía que tenía que hacer y como decía mi abuela, tener mucho talento y no se refería precisamente a saber cantar o bailar, sino talento, a decidir", cuenta María Peláe que confiesa que aunque sí pensó en alguna ocasión en tirar la toalla, cuando decidió dedicarse por completo a la música ya no se lo planteó.

Donde quiera que va la artista triunfa incluso en el que dice que ha sido su concierto más surrealista: "Mi concierto más extraño fue delante de cuarenta suecos. Eran muchísimos suecos y estuve como cuarenta minutos cantando sin tener ningún tipo de feedback. Yo no sabía si les estaba gustando o no. Ellos estaban ahí sin moverse, ojipláticos. Hasta que al final dijo una: 'Oh bonito' y me dije 'Mira, muy bien María', pasé una canastilla como las antiguas y me fui", relata con su gracia Peláe.

Unos primeros pasos que la sitúan en Madrid y un concierto de Estrella Morente en el Teatro Real que le costó lo suyo... "Ya que había llegado a Madrid no solo era para tocar yo, sino para poder aprender e ir a grandes sitios. Cuando hace un par de semanas estuve yo allí me entró una llorera".

El automatismo del humor o puro desparpajo

En las canciones de María encontramos todo el humor del que goza la cantante. Lo que su psicóloga llamaría "automatismo del humor", según cuenta. "En mi casa todo siempre se ha frivolizado y cuando ha habido un problema nos hemos reído hasta del tema. Llega un punto en el que también hay que ser consciente de que cuando hay que estar seria hay que estarlo, pero claro, es mi automatismo. De hecho, a la hora de escribir, como como soy yo, cien por cien, muchas de las cosas las digo con alguna vuelta de tuerca, con alguna broma".

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Letras que beben directamente de lo que le rodea y observa, personajes cercanos, pegados a pie de calle y un lenguaje de andar por casa y una gracia que no se puede aguantar. "A mí el estar en la calle, irme a una churrería y ver qué es lo que está pasando me ha dado mucho. También el carnaval de Cádiz. Desde pequeña, las primeras letrillas que he escrito fueron a partir de compositores de carnaval y ellos se fijan en lo más costumbrista", cuenta Peláe.

En este nuevo disco colabora con artistas como Melody o su primera colaboración de estudio con un artista masculino, José Luis Jaén. "Estaba en un programa de televisión y lo trajeron para cantar canciones que yo había hecho y cuando lo vi cantando con ese sentimiento, con esa fuerza, dije 'Tengo que cantar con con él, me lo quedo'".