Santi Yusta, el jugador que ganó confianza

La confianza es muy importante en el deporte, y Santi Yusta, alero del Casademont Zaragoza, es un gran ejemplo de ello. El jugador de 26 años sufrió un calvario de lesiones que le han permitido cambiar su mentalidad y le hizo disfrutar más del baloncesto. Tras ser uno de los grandes protagonistas del 'baby boom' de la ACB hace nueve años cuando debutó con el Real Madrid sin ser mayor de edad, ahora es la estrella del equipo aragonés con el que el pasado fin de semana hicieron historia al lograr el mejor registro de asistencias (29) y valoración (146). "Ves el aro como una piscina", aseguró Yusta en una entrevista en 'Play Basket', dirigido por Francisco José Delgado.

"Ves que metes un par, te sale todo bien, te vas viniendo arriba. Cuando un jugador tiene confianza da igual lo que pasa que la va a meter". Un partido que recordará como uno de los que mejor ha disfrutado sobre la pista, pero para llegar a esta situación ha tenido que sufrir un calvario de lesiones. Y es que en febrero de 2020, en un duelo con la selección española ante Polonia, se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. "Fue un partido para olvidar. Fue cuando empecé todo mi declive de lesiones". Y es que tras ello llegó el COVID y, cuando regresó, se rompió el menisco. "Soy un jugador que nunca me había lesionado, prácticamente ni una fractura de tobillo. Nada. El impacto ante una lesión tan gorda me dejó un poco tocado. Me pilló el COVID en casa... fue todo junto. Y después cuando ya volví a jugar, no jugué mucho. Fiché por Zaragoza y fue otra vez cuando me volví a lesionar del menisco. Estaba fastidiado, sobre todo a nivel de cabeza", recordó.

Y es que lo difícil no era la lesión, lo difícil era que aunque quisiera estar con mentalidad de equipo, "estás apartado prácticamente". "Hablando mal... eso jode. Tienes que tener mucha cabeza para no venirte abajo por eso", añadió. Un camino que le ha permitido disfrutar más el basket, tanto, que en la temporada pasada se convirtió en el español que más puntos anotó en la ACB. Ahora, Santi Yusta solo piensa en al menos "intentar estar como el año pasado". Amante de la cultura japonesa, el alero de Casademont tiene tatuado un dragón y un samurái. Y el sushi es prácticamente su comida favorita. "Son culturas japonesas que me gustan", señaló en los micrófonos de la SER. Por ahora, no tiene pensado moverse de Zaragoza, de quien agradece la presión que recibe por parte de la afición: "Cuando lo haces mal y pierdes, te meten un poquito... pero eso te hace despertar y saber que el aficionado está contigo y quiere que lo hagas bien". A ellos les aseguró que "ni lo malo es tan malo ni lo bueno está bueno" y que el equipo va a ir más tras la fase de adaptación que han tenido en este comienzo de temporada ya que hasta hace 10 días no han estado todos juntos (por bajas y nuevos fichajes). "Ahora va a ser un paso adelante y se va a ver también como un mejor equipo", confesó.

Un jugador especial que con el paso de los años ha ido ganando confianza hasta convertirse en una gran joya del baloncesto español. Cuando empezó 'Play Basket' hace 15 años tan sólo tenía 8 años, pero ya sabía botar la bola "y poco más". No obstante, tiene un mensaje para ese joven Yusta: "Primero le diría que muy bien por no dejarlo, pero le diría que disfrutase más el camino, porque sí que hay veces que la gente en general no disfruta lo que es el camino de lo que le gusta o no, ya sea trabajo e deporte o lo que sea, o afición entonces o que lo disfrute".

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