Polémica en Alemania por la decisión de una guardería de cambiar el nombre de Ana Frank

Berlín

En pleno debate sobre el aumento del antisemitismo en Alemania, una guardería quiere dejar de llamarse ‘Ana Frank’, la joven icono de la barbarie nazi, por el de Exploradores del mundo. Así lo han acordado los padres y educadores del centro, aunque la responsabilidad final del cambio recae en el ayuntamiento del pequeño municipio de Tangerhütte (Sajonia Anhalt) donde se ubica la guardería. El caso ha levantado una gran polémica en el país.

Desde el consejo de la guardería justifican la medida por la necesidad de elegir un "nombre más adecuado para los niños". "Queríamos algo sin trasfondo político", afirma Linda Schichor, directora de la guardería, al periódico Magdeburger Volksstimme. También, añade, los padres de origen inmigrante expresaban sus dificultades para explicar a niños tan pequeños la importancia de Ana Frank, la adolescente alemana de ascendencia judía que se vio obligada a esconderse de los nazis junto a su familia durante dos años y medio. Durante su encierro escribió un diario convertido en una de las obras más leídas de la literatura mundial. Tras ser descubiertos, Ana inició un periplo por varios campos de concentración, muriendo en el de Bergen-Belsen en 1945, a la edad de 15 años.

El alcalde de Sajonia Anhalt, Andreas Brohm (independiente) explica que el motivo del cambio de nombre, con el que se conoce a la guardería desde 1970, está relacionado con el nuevo concepto educativo desarrollado por el centro durante los últimos 14 meses. "Mucho antes de las discusiones y acontecimientos actuales, a principios de 2023 surgió la discusión para hacer visible este cambio fundamental de concepto al mundo exterior, dando a la institución un nombre diferente para marcar visiblemente este nuevo comienzo". Brohn, miembro del Presidium del Congreso de la Iglesia Evangélica y alcalde durante casi diez años, "no quiere hacer de moralizador" e insiste en que todavía están en conversaciones sin que por el momento se haya tomado decisión alguna.

La iniciativa está recibiendo un aluvión de críticas. En una carta abierta a los habitantes de Tangerhütte, el vicepresidente ejecutivo del Comité Internacional de Auschwitz, Christoph Heubner, critica el cambio de nombre previsto. "Si estás dispuesto a descartar tu propia historia de manera tan descuidada, especialmente en estos tiempos de nuevo antisemitismo y extremismo de derecha, y si el nombre de Ana Frank se percibe como inadecuado en el espacio público, sólo puedes sentirte temeroso y ansioso cuando se está tratando sobre la cultura del recuerdo en nuestro país". La asociación Miteinander eV, una ONG que educa sobre el radicalismo de derecha en Alemania, tampoco comparte la decisión porque existen conceptos educativos apropiados para enseñar a niños y jóvenes sobre la vida de Ana Frank y su importancia histórica.

La presión para que no se cambie el nombre también procede del ámbito político. Los dirigentes del distrito al que pertenece Tangerhütte, de varios partidos, han emitido una declaración conjunta pidiendo al centro que recapacite. Reiner Haseloff, presidente del Estado federado de Sajonia, del partido conservador CDU, también se ha pronunciado en contra por tratarse "de una señal equivocada". Así lo ha anunciado a través de la red social ‘X’: "Es importante mantener viva la historia judía en Sajonia-Anhalt. Ana Frank y las instituciones que llevan su nombre formaban parte de la cultura del recuerdo".

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Por su parte, el alcalde Brohm asegura que Tangerhütte, "con sus instituciones educativas y todo su compromiso cívico, representa una Alemania cosmopolita que es al mismo tiempo tan consciente de su responsabilidad histórica como de su misión educativa".

Ya en 2021, una guardería en Elxleben, en la región de Turingia, quiso renunciar al nombre de ‘Ana Frank’ y llamarse Elchzwerge. El plan fue abandonado tras las protestas de la comunidad judía de la región.