Ayudar a los demás nos hace felices
Para ser feliz, elimina de tu lenguaje el "esto es lo que hay"

Ayudar a los demás nos hace felices
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Una semana más en 'Si amanece nos vamos', el motivador Francesc Miralles, escritor de éxito internacional, nos habla de la relación entre ayudar a los demás y la felicidad, y todo ello a través de la lectura. Nos presenta la tesis de 'Egoísmo del bueno', el ensayo de José Antonio Ritoré, expresidente de Change.or, que acaba de publicarse.
Egoísmo del bueno
Apoyándonos en esta tesis, junto con Francesc se han comentado algunos fragmentos del libro, como este:
- «Si haces cosas buenas que ayudan a los demás, se incrementa tu autoestima y tu sensación de bienestar, y el efecto inmediato es que mejorará tu salud mental y tu capacidad de adaptación a la vida, a las circunstancias.»
Historia de Cristobal Colón
Dentro del libro podemos encontrar varias historias como la de 'Historia de Cristóbal Colón', que no es la del descubrimiento de América, sino que se trata de la del fundador de la Fageda, una empresa de lácteos. Este emprendedor había trabajado mucho en hospitales psiquiátricos y allí es donde observó que aquellos pacientes podían mejorar mucho a través del tratamiento, de talleres de reinserción y de muchas herramientas que había para integrarlos en la sociedad, "pero había un escalón que no se podía subir: encontrar trabajo".
Este emprendedor cogió a cuatro pacientes de sus pacientes, se los llevó a una oficina bancaria para solicitar un préstamo para abrir una compañía de yogures. Finalmente, la Fageda, es estudiada en todo el mundo por ser una empresa que ha logrado la integración, ya que la mitad de sus trabajadores tienen algún tipo de discapacidad. Es rentable, generan productos de alta calidad, y es un ejemplo de cómo un proyecto creado desde la bondad puede llegar a ser rentable.
José Antonio Ritoré, en este ensayo, nos dice que el cambio viene de dentro hacia afuera, por eso "Para cambiar el mundo, hay que empezar por hacer la cama". Francesc recalca que "alguien que tenga una vida personal muy desorganizada y que no atienda a asuntos tan básicos como la higiene, el orden, o una mínima organización, difícilmente hará algo de provecho fuera". El hacerse la cama es un "yo me responsabilizo de mí y a partir de aquí puedo empezar a expandir esa fuerza y ese orden a los demás".
Tres cosas buenas
El autor nos propone que nos fijemos en hacer diariamente tres cosas buenas. Además, es bueno evitar decirnos "eso es lo que hay", eliminar el paso
Una propuesta que hace el autor del libro, es que desterremos de nuestro lenguaje aquello que es un claro síntoma del pasotismo, la resignación. Hay que eliminar dos frases de la vida si queremos ser proactivos y tener una acción de ayuda a los demás:
- "Este no es mi problema".
- "Esto es lo que hay".
Si renunciamos a decir esto, es una victoria porque abre campos para que podamos hacer pequeñas grandes cosas.
Método Ikigai
Ayudar a los demás genera felicidad y en el método Ikigai se toman los actos aleatorios de amabilidad "son un buen bálsamo ante la frustración que uno siente", porque no puedes hacer nada por el mundo, pero puedes hacer algo por la persona con la que me junto cada día. Estos son algunos ejemplos de actos aleatorios de amabilidad que nos será muy fácil hacer tres cada día:
- Sonríe a la persona que te atiende en la cafetería.
- Escribe una nota a un compañero de trabajo dando las gracias por cualquier favor que te haya hecho y déjala en su escritorio.
- Dile a alguien lo bien que le sienta su nuevo corte de pelo o elogia alguna prenda de vestir.
- Manda un mensaje cariñoso a uno de esos amigos que, justamente por ser tan amigos, a veces os olvidáis de deciros lo mucho que os queréis.
- Dale una moneda a un músico que veas tocando por la calle.
- Cómprale un té o un café al portero del edificio o a las personas que vienen a limpiar la oficina.
- En lugar de quedar con la persona más popular de tu círculo de conocidos, toma café con la persona más tímida y solitaria. Es la que más lo necesita.
- Perdona a alguien con quien lleves tiempo peleado.
- Dona dinero a alguna asociación en la que confíes.
- Compra un libro que te haya gustado para regálaselo a un amigo.
- Dile a tu jefe que te gusta mucho su forma de trabajar. Los jefes no suelen recibir halagos, solo críticas.
- Tómate un día libre y vete con un familiar o amigo que esté alicaído a hacer una excursión inolvidable.




