Mon Laferte: "En las noches, mientras amantaba a mi hijo, escribía las letras"

Madrid

En 1973 los biólogos chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela definieron la autopoiesis como la cualidad de un sistema molecular capaz de automantenerse. La condición de un ser vivo de estar en continua producción de sí mismo. Diez años más tarde, también Chile, concretamente en Viña del Mar, nacería una artista a la que esta definición le viene al dedo: Norma Monserrat Bustamante Laferte, más conocida como Mon Laferte.

Basándose en este término científico la cantante y compositora crea su último disco ‘Autopoiética’ en el que podemos encontrar una gran variedad de géneros musicales desde la salsa en ‘Los amantes suicidas’, a una versión del ‘Casta Diva’ de la ópera ‘Norma’, pasando por el dembow propio del reggaetón en ‘No + sad’. “Es mi mitología. En mi mundo están presentes esos géneros. De pequeña canté ópera, pero también está el dembow que es algo que disfruto, el perreo, la fiesta...”, cuenta Laferte, aunque reconoce que esa mezcla puede ser arriesgado: “Podría ser tomado como una virtud o como un error terrible, pero me sale natural”. Una forma ecléctica de ver la vida que no se limita a la música, ni a otras formas artísticas que también cultiva, como la pintura. “Creo que soy así en la vida en general. Esas ideas de ‘esto es blanco, esto es negro’... ¿Por qué? Si la vida es tan linda y hay tantos colores yo quiero gozarlos todos”.

La creación de su anterior álbum, ‘1940 Carmen’, tuvo lugar en esa dirección en Los Angeles en un Airbnb en el que se alojaba mientras se hacía un tratamiento de fertilidad y allí encontró la inspiración. “Me fui a embarazar, aproveché y salió un disco”, explica Mon. La creación de este ‘Autopoiética’ fue más planeado: “Vivo en Tepoztlán un pueblito mágico de México, en una casa de campo. Me encerré con dos amigos, ingeniero y productor, y les dije ‘No vamos a salir de mi casa hasta que tengamos un disco’. Fue muy agradable hacer un disco con mis mejores amigos con tiempo, que me permitía también ser mamá. En las noches mientras amamantaba a mi hijo escribía las letras”.

Dentro de la variedad de este último álbum destaca ‘Te juro que volveré’ una cumbia rebajada en la que apenas se distingue la voz de la artista. Tal y como ella explica “este género nace en la ciudad de Monterrey (México) a comienzo de los 2000 alguien puso una cumbia y, accidentalmente, se ‘pitcheo’ y se generó todo un movimiento que la llaman la cumbia rebajada o los colombias”. Un tono que casa con la dura historia que hay detrás de este tema: “Esta es una canción que habla de mi historia como migrante, es una historia de fracaso, yo le prometo a mi abuela que la voy a traer conmigo cuando las cosas me vayan bien y no lo logro, mi abuela muere antes. Me pareció lindo hacerlo con esta voz que no es linda”.