Agotar al cuerpo para relajar la mente
La naturaleza nos puede ayudar a recuperarnos de los efectos negativos del estrés

Agotar al cuerpo para relajar la mente
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
En 'Si amanece nos vamos' recurrimos todos los martes a Raquel Mascaraque, periodista especializada en psicología emocional, para que nos cuente curiosidades acerca de nuestra mente. Esta semana toca hablar del poder que tiene la naturaleza para hacernos desconectar de todo el estrés que nos provoca la rutina que seguimos a diario.
Para traernos este tema, Raquel se ha inspirado en su experiencia personal: "Llevo una temporada bastante agobiada con el trabajo y estaba empezando a notar cansancio, se me olvidaban cosas o me costaba cada vez más concentrarme". Afirma que estas son señales claras que te da tu cerebro para que le des un respiro, "y me refiero a un respiro literal, porque esos son síntomas de que no está oxigenando bien. Y eso es fundamental para garantizar que funcione correctamente y que no haya despistes, o cansancio", apunta.
Al final el cerebro consume el 25% del oxígeno que entra en el cuerpo y cuando no recibe lo necesario podemos notar ese agotamiento y falta de concentración o incluso que te baje mucho el estado de ánimo. "Entonces yo cogí de excusa la ciencia y me he tirado 3 días andando por la montaña, viendo unas vistas increíbles. Es decir, he cansado muchísimo al cuerpo para relajar la mente".
¿Qué dice la ciencia?
Los investigadores del Instituto Max Planck han realizado en 2022 un nuevo estudio con la ayuda de imágenes de resonancia magnética funcional (que puedes ver la actividad del cerebro en vivo y en movimiento). En este estudio participaron 63 voluntarios adultos sanos. Les pidieron que realizaran un ejercicio de memoria y una vez que estaban dentro de la resonancia les hacían varias preguntas, algunas de ellas diseñadas para valorar el estrés social. Ninguno de los participantes conocía el objetivo de la investigación.
Después dividieron a los participantes en dos grupos: a un grupo le tocaría caminar en la naturaleza y al otro por ciudad.
A ambos grupos les hicieron la prueba de memoria y les midieron la activación cerebral (es decir, qué áreas tenían más activas) antes y después de la caminata.
Resultado del experimento
La gente que anduvo por ciudad no tuvo cambios en la amígdala, que es un área del cerebro que nos ayuda a procesar emociones, sobre todo el miedo y el estrés. Pero, el grupo que dio el paseo por el campo durante una hora sí que tuvo una disminución de actividad en la amígdala. Esto lleva a los científicos a concluir que la naturaleza nos puede ayudar a recuperarnos de los efectos negativos del estrés.
"Pero no es andar por andar, es pasar tiempo rodeados de naturaleza con luz del sol" señala Raquel.
Y es que la luz es importantísima para cuidar a nuestro cerebro porque nos ayuda a producir vitamina D que es buenísima para el buen funcionamiento del cerebro y mejorar el estado de ánimo.
El poder de la naturaleza
No todo queda ahí, porque la naturaleza también tiene el poder de ayudarnos con la creatividad. Se hizo un estudio en Kansas y las personas que pasan más tiempo en la naturaleza resuelven mucho mejor problemas creativos (los problemas out of the box).
Lo malo es que cuando volvemos a la rutina de trabajo, si no hay ningún cambio, el estrés vuelve.




