Como cada martes en «La Ventana de la tele», Mariola Cubells nos acerca a las series de moda y que están arrasando en la televisión y las plataformas. «Memento Mori» es una de las series que ahora mismo está arrasando en Amazon Prime, desde su estreno el 27 de octubre. Basada en la primera novela de César Pérez Gellida, «Memento Mori» es un thriller ambientado en Valladolid y que arranca con la investigación de un crimen. Una chica ha aparecido muerta con los párpados amputados y un poema. A partir de esto, el inspector Ramiro Sancho comienza a buscar al asesino. Un camino que le conecta con Augusto Ledesma, un sociópata que acaba de descubrir el placer de matar. Para conocer mejor este proyecto de seis capítulos, hemos invitado a asomarse a «La Ventana» al escritor César Pérez Gellida y a los actores Yon González y Francisco Ortiz. «Estuve sumergido en casa durante tres meses y medio escuchando la canción Bravo de Bunbury. Me la ponía dieciséis horas al día. Con esa intensidad de estudio en casa y gracias al gran director que hemos tenido, Marcos Castillo, me he sentido muy agradecido por este trabajo», ha contado Yon acerca del proceso de creación de su personaje, el asesino. Por su parte, Fran confiesa sentir que su «naturaleza coincidía con el personaje de Sancho». «Yo siempre lo he visto muy cercano a mí», cuenta, aunque bromea con que nunca ha estado en una autopsia viendo un cadáver. Él mismo explica su proceso de mimetización con su personaje: «Nunca había interiorizado tanto esa ansiedad a la pregunta ¿volverá a matar? Eso es algo que te deja sin dormir, sin comer. Entiendo a las fuerzas del Estado cuando tienen que perseguir a alguien y esa ansiedad de buscarles». Fran Ortiz interpreta al inspector Ramiro Sancho, el encargado de la investigación del crimen cometido por el personaje de Yon González. «Yo siempre he trabajado de personaje ético y moral, el bueno; tener hueco para trabajar este tipo de personajes me ayuda a sorprender», ha expresado el actor y modelo. Sobre la adaptación de la novela, el escritor reconoce que «la certeza nunca la tienes cuando empiezas un proyecto de este tipo. Depende un Yon González, de una Olivia Baglivi, de un Fran Ortiz... Depende de todos los intervinientes y es complicado». Pese al vértigo de enfrentarse a la adaptación audiovisual, el autor se ha mostrado muy satisfecho con el resultado final. «Soy un contador de historias negras. Yo me veía muy reflejado en la labor de Yon, de Olivia, de Juan Echanove... a la hora de dejar un espacio en tu cabeza para que entre, durante mucho tiempo, un personaje distinto», ha dicho.