«Buenas noches, amigos y amigas. Esta noche, hay tres cosas que me hacen sentir especialmente orgulloso: ser español, ser músico y miembro de la Academia Latina de la Grabación. Querida familia...», comenzaba diciendo Alejandro Sanz desde el escenario de Fibes de Sevilla donde se celebraron los Grammy Latinos. Desde el público se estaba coreando algo, prácticamente imperceptible para los telespectadores que veían la gala desde casa. El cantante estaba como desubicado. En su cara se percibe cierta incomodidad y con la mano parece preguntar a los que le molestan si puede continuar. «Volvemos al principio», dice entonces, y retoma su discurso desde el comienzo. Con la precipitación del directo, mucha gente pensó que simplemente había tenido un lapsus y había olvidado parte del discurso o que se trataba de un fallo técnico de la realización de la gala que le hubiera hecho pensar que estaba en el aire antes de tiempo. Al volver a ver el vídeo después se ve claramente que lo que le hace parar en seco su intervención es lo que coreaban desde el público. Lo que no está claro es lo que corean. Podría ser simplemente «Alex, Alex, Alex» pero en redes hay quien se inclina más por «pague, pague, pague», sobre todo, después de que el diario La Razón publicase que dos inspectores de Hacienda se habrían presentado en la puerta del hotel Alfonso XIII de Sevilla, en el que se alojaba el artista, para entregarle la notificación de su deuda, que asciende a tres millones de euros. Según publicó El Mundo a finales de octubre, el cantante no ha abonado la deuda que los tribunales de Miami le reclama por no haber hecho frente a unos préstamos. El juez le había declarado en rebeldía ya que no le localizaban para poder entregarle la resolución judicial. Independientemente, de sus problemas con la justicia y de ese discurso interrumpido, a continuación Alejandro Sanz versionó en el escenario uno de sus clásicos, Corazón Patío, acompañado de un cuerpo de baile flamenco al que no le faltaron abanicos ni mantones. El cantante fue uno de los protagonistas de la noche, junto a Rosalía y Laura Pausini. Pocos días antes de la ceremonia de los Grammy Latinos, celebró una fiesta «por todo lo alto» con su equipo de Sony y amigos como Niña Pastori, Javier Limón, Camilo y Evaluna, Kany García, J·Noa, Darumas, Yerai Cortés y Montse Cortés. El pasado mes de mayo, el cantante confesaba que no estaba pasando por un buen momento personal: «No estoy bien. No sé si esto sirve de algo, pero quiero decirlo. Estoy triste y cansado. Por si alguien más cree que hay que ser siempre una brisa de mar o un fuego artificial en una noche de verano».