Jaime García Cantero, sobre el caos en Open AI: "Si en fútbol juegan muchos y siempre gana Alemania, en la tecnología juegan muchos y siempre gana Microsoft"
Jaime García Cantero y Nuño Domínguez explican lo que ha pasado en la empresa que domina la Inteligencia Artificial y aterrizamos los proyectos que Elon Musk tiene para la humanidad en Marte
Lo que está pasando en Open AI y los méritos de Space-X
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Madrid
Son nuestros ministros de Ciencia y Tecnología, pero nadie lo diría al ver los papelitos completamente analógicos que se sacan del bolsillo al empezar la sección. Para empezar han valorado la representación de la ciencia en el reparto de tareas del nuevo gobierno. Las carteras relevantes serían Transición Ecológica, que sigue igual, con Teresa Ribera al frente; Diana Morant, que sigue en Ciencia pero le añade Universidades a su agenda, lo que no es cuestión menor; y José Luis Escrivá, que pasa de Seguridad Social a Transformación Digital. Será una legislatura marcada por los ajustes, ahora que se cierra el grifo de los fondos europeos. En cuanto a si el proyecto de Transformación Digital necesita un ministerio, Jaime García Cantero piensa que sí, puesto que es uno de los grandes ejes del proyecto de Pedro Sánchez y el perfil escogido, un economista como Escrivá, está acorde con la labor de ajuste que exigirá.
También es relevante el puesto de Jordi Hereu, ex alcalde de Barcelona, al frente de Industria. Fue uno de los ministros a los que más costó convencer, puesto que estaba muy satisfecho al frente de Hispasat, cuyo objetivo estos años es llevar Internet a cada centímetro del territorio español. Finalmente, Hereu dijo que sí. ¿Habrá alguien a quien se le ofrezca ser ministro y diga que no? Sospechamos que sí, pero no tenemos constancia.
Caos en la cúpula de Open AI
Pero el tema de la semana ha sido el caos en la cúpula de Open AI. Cuando se va a cumplir un año del lanzamiento de Chat GPT, hemos asistido atónitos a cómo el consejo destituía a Sam Altman como CEO de la compañía por pérdida de confianza, luego Altman era fichado por Microsoft, después reincorporado a Open AI y destituido el consejo que lo despidió a él... Una auténtica guerra intestina. ¿Estamos ante un mero culebrón empresarial, o ante un problema de fondo más complejo? Jaime García Cantero da primero la razón que descarta: "El único porqué que conocemos realmente es el porqué no. No es por dinero. Porque estos señores son todos multimillonarios. En todo esto, solo el dinero es irrelevante."
Sam Altman regresa a OpenAI una semana después de ser despedido
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Dicho esto, explica que la salida de Sam Altman tiene que ver con el modelo de Open AI. "Recordemos que nació como una organización sin ánimo de lucro encargada de desarrollar una inteligencia artificial al servicio de la humanidad. Y mantenía, de esa época, un consejo de supervisión, directivo, en el que no estaban representados los accionistas, sino un grupo de sabios que debían garantizar esto: que todos los avances en inteligencia artificial fueran en el sentido adecuado. Este es el consejo que decide que Altman debe salir".
¿Los motivos? No han quedado muy claros. Falta de transparencia, parece que no comunicaba algunos resultados... Pero el problema de fondo es de filosofía. "Es una tensión entre Altman, que sería "el comercial", el que tiene más visión de negocio de los creadores, y el resto, que quieren ir más despacio y hacer las cosas bien. ¿Quiere decir esto que Altman quiera hacerlo mal? Lo que Altman quiere hacer es ir rápido. Y yendo rápido no es tan fácil hacerlo bien."
Estas tensiones entre los "rápidos" y los "sabios" estallan por aquí. La primera partida la ganaron los sabios, que consiguieron echar a Altman. "Entonces él se va a Microsoft, que es el mayor accionista de Open AI, con el 49%, y su proveedor fundamental, porque todos los servicios de Open AI están en la nube de Microsoft. Es decir, que la factura que Microsoft le pasa a Open AI es muy grande. El gran beneficiado de todo esto al final es Microsoft, la compañía interesada en que esto vaya muy rápido. Si el fútbol es un deporte en el que juegan muchos y siempre gana Alemania, en la tecnología juegan muchos y siempre gana Microsoft."
Guerra Civil en Open AI
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Las presiones de Microsoft y el apoyo de la plantilla han conseguido que Sam Altman haya vuelto a Open AI cinco días después de su cese, pero el consejo que se lo cargó, esos señores que querían ir despacio, ha sido destituido. Y ha habido tres nombramientos nuevos, tres hombres blancos, todos multimillonarios, todos con un pasado ligado a la comercialización de la tecnología... "parece un consejo hecho a la medida del señor Altman, para que pueda sacar un producto nuevo, al parecer no lo suficientemente testado, al que no parece que vayan a ponerle muchas pegas."
"Viéndolo desde un punto de vista darwiniano", ha observado Nuño Domínguez, "esto es absolutamente lo esperable". Se refiere, claro, a la supervivencia de los más agresivos. "Los raros eran los que trabajaban en beneficio de la humanidad". Una de ellas era una australiana experta en China a la que, por supuesto, y sin pruebas, se la acusa de espiar para la potencia asiática.
Un aspecto de la Inteligencia Artificial del que se habla menos es los muchísimos recursos hídricos que consume. Cada pregunta sencilla al Chat GPT consume medio litro de agua. ¿Parece poco? Eso se traduce millones de litros de agua, como cualquier algoritmo sofisticado. Y empieza a ser motivo de debate dónde colocar estos servidores para saber de dónde consumen los recursos.
Un personaje lateral en la IA pero central en la exploración espacial: Elon Musk y Space-X
Elon Musk, que fue inversor temprano en Open AI pero luego se desvinculó del proyecto, se mofó durante el fin de semana de la situación utilizando nuestro meme más internacional: el vídeo de "Risitas" en el programa de Jesús Quintero. Aprovechamos para preguntarnos por la última misión del Starship, el cohete de Space-X, que consiguió despegar el pasado viernes, y llegar al espacio exterior. Pero el viaje duró 8 minutos, en lugar de los 90 previstos, y estalló en el espacio. Aún así, la empresa funciona muy bien. Es el personaje más importante en la renovación de la exploración espacial.
Jorge Pla-García, doctor en astrofísica, investigador del Centro de Astrobiología y colaborador de la NASA, ha explicado la visión de los expertos sobre la labor de Space-X, una empresa que es "mucho más que Musk. Son miles de ingenieros, de los mejores del mundo" y cuyo logro fundamental es abaratar los viajes espaciales "en órdenes de magnitud". "Ha democratizado el espacio, ha logrado que sea mucho más asequible. Y ha hecho posible que veamos, en nuestro tiempo de vida, tal vez en 2040, a humanos caminando sobre Marte." Sin Space-X esto no sería posible, porque Musk ha roto el mercado. Ha hecho con los viajes espaciales lo que ya hizo con el coche eléctrico.
Pero el objetivo de instalar una colonia humana en Marte, como sueña Elon Musk con hacer, es un objetivo irrealizable a medio plazo. "Es un entorno mucho más hostil de lo que la gente piensa. Tiene unas condiciones muy, muy dañinas para el ser humano: la atmósfera es muy finita, la temperatura media es de menos de 65 grados... Va a ser muy difícil poner allí humanos, imagínate colonias" ha explicado Jorge. "Son misiones que durarían unos dos años, para permanecer en suelo marciano aproximadamente un mes. También las habría más largas, para permanecer unos 400 días en Marte. Estas consumen menos energía, pero obligan a los astronautas a sacrificar en la misión más tiempo de su vida".
Lo que está claro es que, aunque fueran, como antes, viajes a Marte solo de ida (es decir, viajar para ir a morir a Marte) siempre habrá gente que se presente voluntaria a esa aventura, para perplejidad de los que jamás lo haríamos.
Eva Cruz
Redactora en el magazine de 'Hoy por Hoy' desde 2017.