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Un turibús en La Riviera

Niña Polaca se hace grande con un 'sold out' en la sala madrileña a la que tantas veces ha cantado

Los integrantes de Niña Polaca, durante su concierto en La Riviera / Cadena SER

Madrid tiene mil rincones que visitar aunque existe una manera de conocer muchos de ellos sin abrir los ojos, y esa forma es escuchando la discografía de Niña Polaca. Una banda de colegas que se conocieron en las calles de Malasaña y que este viernes llenaron la Sala La Riviera a la que tantas veces han cantado durante sus tres discos publicados. Un concierto que se convirtió en un turibús de esos rojos descapotables que en vez de recorren los puntos emblemáticos de la capital te enseña aquel garito de Galileo, la plaza de Tirso, la calle Pez, los cines Renoir, el Parque del Oeste, algún bar de Lavapiés, la línea 10 del metro, noches largas en los Austrias y, como no, La Riviera.

Surma, Kobbe, Beto, Ruba y Claudia son esos amigos que te llevan a sitios que están bien pero no son turísticos y que no se masifican porque han salido en un vídeo de TikTok. La neblina de colores se diluyó cuando salieron al escenario y el público enloqueció con un inicio con Joaquín Phoenix. No necesitan lluvia de confeti, ni cantar historias de Nueva York por mucho que su ciudad cada vez sea más artificial. Los madrileños han conseguido hacer 'clic' en un público que busca escuchar historias en las que se ven reflejados, porque quién no ha llegado tarde a una cita como Máster en imbécil de su primer disco De la línea Diez al Sol, o quién no ha flipado con la incongruencia social que narran en Pinta Malasaña. Un ambiente apoteósico que terminó de contagiar con la frenética y anticensura Pdr Snchz que tuvo la aparición estelar de Benoit. "Pedro Sánchez no me deja ni follar", retumbó en la abarrotadísima sala.

Las banderas polacas salieron con la acertada San Francisco el Grande que fue la antesala de Tallín, donde salieron los extintos Muro María, donde hasta hace bien poco tocaban Ruba y Claudia. Ambos pasaron a formar parte de Niña Polaca en plena creación de Que adoren tus huesos, disco que presentaban esa misma noche. Mucho tiempo contigo y Travieso, de este LP, fueron las siguientes en hacer saltar a todos. Algún vaso volaba y alguien se vino tan arriba que lanzó un jersey al cielo, con la mala suerte que se quedó enganchado en el techo sin billete de vuelta. Tampoco pasó frío, porque el ritmo no paró. "Estáis aquí", dijeron para dar paso a La Riviera. En su concierto había copas, cervezas, parejas conociéndose, pitis de liar y más cosas, como cantan en la canción que da nombre a la sala que estaban llenando. "Hemos venido aquí a ver a todo el mundo, somos un grupo de colegas, estar tocando aquí es increíble", reconoció Surma al final del concierto. Hasta había una fan que había pagado ¡50 euros! en la reventa y a la que el grupo le invitó a una birra, "la más cara de la historia", dijeron.

Ahora que tan de moda están los Cowboys de la A3, Niña Polaca es más de "fitipaldi de la A6" como dicen a esa M. de ojos chocolate y mal humor a la que le dedican una de las canciones más bonitas de su repertorio. A los madrileños se les da bien eso de dedicar canciones, como con Dolores Rayo y Mary The Queen. Padres, amigos, parejas y hasta abuelos saludaban a estos amigos que aún no se creían estar tocando en La Riviera, a la que volverán el 21 de enero de 2024. El recorrido del bus no paró. Caballo, Te vi en el concierto, Invierno de mierda, Arrebol, Alfredo el canallita y Mejor sin ti fueron el peaje de su último trabajo Que adoren tus huesos para dar paso a uno de sus nuevos pelotazos: Lo que yo te he querido.

Un disco redondo que pega un salto pluscuamperfecto a la carrera de esta banda que cuenta con unos de los mejores bises del panorama indie español. Madrid sin ti se gritó, Nora emocionó y La muerte de Mufasa fue la traca final con Surma entre el público. Aunque los Niña Polaca no podían irse de esas cuatro paredes sin terminar su bolo con Los días malos y ese inicio que define a la perfección su música: "Un turibús en La Riviera". Un final de trayecto del tour que te pide vivir el momento, como las dos mil personas que un viernes decidieron reunirse en un concierto de amigos con los que es muy difícil pasar días malos. Porque Madrid, sin ellos... no es tan Madrid.

Íñigo Renedo

Redactor de deportes en la Cadena SER y forma...