La guerra en Gaza hace peligrar el apoyo a Ucrania: "Estados Unidos tiene que elegir y ha priorizado ayudar a Israel"

Desde que empezó la guerra en Ucrania, Estados Unidos ha enviado al gobierno de Zelenski, 111.000 millones de euros en ayuda militar, según el último dato de este mes de agosto. Una ayuda sin la que, según los expertos, Ucrania no podría haber aguantado la ofensiva rusa como lo ha hecho. Con Israel, la relación militar viene de lejos. Desde 1946, el país norteamericano le ha estado enviado a su socio ayuda militar de forma prácticamente ininterrumpida. Desde entonces, ha enviado más de 240.000 millones de euros. Con el inicio del conflicto en Gaza, el volumen de ayuda se ha incrementado. Esta misma semana, Estados Unidos ha anunciado un nuevo paquete de ayuda por valor de 100 millones de dólares. Una ayuda sustancial que, para los expertos, ya estarían empezando a notar las fuerzas armadas de Kiev. En un primer momento, Estados Unidos se apresuró a asegurar a Zelenski que se mantendría el apoyo del país norteamericano a Ucrania e incluso se anunció un paquete de ayuda conjunto para Ucrania y para Israel. Joe Biden, en un discurso televisado solo 9 días después de los ataques terroristas de Hamás en Israel y del inicio de las hostilidades, aseguró que su país podía mantener a la vez la ayuda de Ucrania y la que necesitara Israel. Y, al principio, la ayuda sí pudo ser compatible, porque «la lista de la compra de ambos países era distinta». Así, «Ucrania pedía material para abrir brechas en campos de minas o repuestos para los vehículos que han recibido. En cambio, Israel estaba pidiendo armamento inteligente para sus aviones y misiles de repuestos para el sistema cúpula de acero», explica Jesús Manuel Pérez-Triana, analista de seguridad y defensa. Así que, con necesidades tan distintas, en principio, la ayuda a Ucrania, al menos la militar, estaría garantizada. Pero el conflicto siguió avanzando y el propio Zelenski empezó públicamente a reclamar atención para una guerra, la de Rusia, que continúa con la misma crudeza. Hace apenas un mes, en la televisión francesa France 2, el presidente ucraniano aseguró que «si la atención se va de Ucrania, habrá consecuencias prácticas sobre el terreno». Y en este contexto, a finales de octubre Israel empezó la invasión terrestre y las necesidades de las fuerzas armadas hebreas cambiaron. Israel ya no necesitaba solo bombas, también balas: «Y en esos combates, la artillería israelí está consumiendo proyectiles de 155 milímetros, los mismos que usan las armas enviadas a Ucrania desde Occidente. Y ahora, en el último envío de ayuda militar a Israel, Estados Unidos ha enviado esos proyectiles que Ucrania ha estado pidiendo», nos cuenta Pérez-Triana. Concretamente, 10.000 proyectiles de ese tipo ya han sido destinados a Gaza y no a Ucrania. Además, la cadena estadounidense ABC, citando fuentes ucranianas, ha informado esta semana de que Ucrania ya recibe un 30% menos de proyectiles desde que arrancó el conflicto en Oriente Próximo. Y, como la militar, la ayuda humanitaria es también limitada. Y quien antes donaba a Ucrania, ahora quizá done a Gaza. Daniel Roselló, delegado de Cruz Roja Española en Palestina, explica a la SER que el conflicto en la franja «sucede al mismo tiempo que ocurre la guerra de Ucrania y que ocurren otros conflictos en el resto del mundo que pueden quedar ensombrecidos». Además, cuenta Roselló, los esfuerzos de las cruces rojas internaciones y las medias lunas rojas de la zona han «focalizado gran parte de la ayuda en este conflicto, puesto que además afecta a varios países, no solo a los territorios ocupados palestinos». Países como Líbano, Jordania o Egipto.

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Desde que Netanyahu dio luz verde a la invasión terrestre, las necesidades de armamento empezaron a coincidir con las del gobierno de Zelenski: los dos necesitan la misma artillería

Adrián del Pozo

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