Cine y TV | Ocio y cultura

El Mago Pop desvela la razón por la que se dedica a la magia

Antonio Díaz se ha sentado en 'Chester' junto a Risto Mejide

Antonio Díaz, El Mago Pop. (Photo by Bruce Glikas/Getty Images) / Bruce Glikas

Risto Mejide ha sentado en su sofá a Antonio Díaz, más conocido como El Mago Pop, en una entrevista en la que ha desgranado los hitos más relevantes de su carrera y algunas anécdotas. Su carrera ha sido fulgurante a pesar de unos inicios complicados. Su debut en un teatro de Barcelona resultó ser un fracaso. Según ha contado, ni siquiera actuó aunque lo tenía todo preparado porque no había ido nadie a verle.

No ayudó que fuera un lunes de agosto. Tampoco el hecho de que no avisara a sus amigos porque prefería coger tablas antes de mostrarlo a sus más cercanos. "Ahí aprendí algo muy importante. Que yo no necesitaba un teatro, que lo que necesitaba era público. Así que me puse manos a la obra y me centré en la televisión", ha contado. A pesar de que ha reconocido que prefiere hacer el espectáculo en teatros, también le gusta la pequeña pantalla.

¿Cómo llega la magia a su vida?

Antonio Díaz ha echado la vista atrás para recordar sus orígenes. Su infancia transcurrió en Badia del Vallès, uno de los municipios con más paro de Cataluña en esa época. Creció entre dos hermanos y el fútbol era una de sus pasiones, pero no la única. El hecho de ser un chico tímido y pasar tiempo fue la base propicia para que la magia surgiera.

El Mago Pop aterriza en Broadway

"¿Por qué la magia? Por el tiempo libre. Fui un niño con mucho tiempo libre y me dio por jugar a cosas, al ajedrez, los juegos de manos, el teatro, la música. Y en la magia fue donde encontré un mayor desafío intelectual. También soy muy fan de la repetición, de repetir hasta que me salga bien. Creo que para un niño como yo, que era súper introvertido y que soy de un lugar singular como es Badia del Vallès. Para mí esconderme en mi habitación y ver de qué era capaz era muy inspirador", confiesa.

La primera vez que El Mago Pop asombró a su madre

"Recuerdo la primera vez que asombré a mi madre. Yo tendría seis años o así y le escondí un peine. Ese día mi madre me miró diferente. Y esa mirada se convirtió en gasolina: la mirada del asombro en los otros. Porque cuando eres un niño te conviertes un poco en un súper héroe en plan que sabes hacer cosas que otros no saben. Y eso te hace sentir especial cuando eres un introvertido. Además, te ayuda a relacionarte", explica.

El ilusionista insiste en que es bastante introvertido: "Soy una persona muy tímida, cuando estoy actuando no se me nota porque al final el Mago Pop es la suma de muchos aspectos a los que he tenido que enfrentarme en mi vida para poder hacer lo que más me gusta. El escenario me da la oportunidad de ser otro personaje, que es el Mago Pop, que es más ingenioso, ocurrente, divertido".