Uno de los mayores expertos en cáncer del mundo da un dato clave para millones de personas: ocurrirá en 2040

A pesar de que las muertes por cáncer han crecido considerablemente en las últimas décadas, lo cierto es que la cifra de decesos por la enfermedad han reducido un 15% en los últimos treinta años. Esto es así porque, a la vez que la población mundial y la capacidad de diagnóstico han experimentado un aumento, de igual modo ha ascendido la variedad y eficiencia de los tratamientos, algo que se espera mantener de cara al futuro.

No obstante, para el neurólogo Juan Fueyo, que lleva más de veinte investigando esta enfermedad, la batalla contra el cáncer no debe ganarse única y exclusivamente en el ámbito clínico, sino también en cómo afrontan la enfermedad tanto los pacientes como su entorno social y sanitario. Por ello, este martes hemos hablado con él sobre su nuevo libro 'Cuando el mundo se detiene. Cáncer: del mito a la esperanza'.

El título de la novela hace referencia al momento en el que nos dicen que padecemos esta enfermedad y lo que debemos hacer para salir de esa parálisis: "Para que el mundo se ponga en marcha el paciente ha de comentar con la familia, los amigos y los médicos que tiene cáncer y que cuáles son las posibilidades". De este modo, esta persona puede conocer los distintos tratamientos que tiene a su disposición, en contraste con quienes por miedo o vergüenza prefirieron no hablar del tema. Para Fueyo, no puede estar más claro: "Hablar del cáncer salva vidas".

Sin embargo, esto no debe confundirse con la tendencia actual de pensar que el proceso de curación depende por completo de la actitud del paciente, algo que puede dejar en mal lugar a quienes acaban sucumbiendo contra la enfermedad: "¿Qué pasa con el que no se cura?¿Es un perdedor?", ha preguntado el investigador, para después remarcar que "si hay alguien que no ha hecho lo posible somos nosotros los médicos o los investigadores que no hemos encontrado el método".

"La enfermedad nunca es neutral"

Otro factor importante pueden ser los diferentes sesgos que el cáncer muestre frente al nivel social, económico y de género de los enfermos: "Una mujer soltera tiene peor pronóstico de varios tipos de cáncer que una mujer de cáncer. Pero si la mujer soltera pertenece a una clase baja tiene aún peor pronóstico. Si además es una mujer negra el diagnóstico vuelve a empeorar". También, ha añadido Fueyo, hay que remarcar el factor geográfico, dado que "si vives en un pueblo de Madrid tendrás menos posibilidades de encontrar un diagnóstico que si vives en Madrid". Para remarcar esta idea, ha recordado una frase de Anne Boyer, citada en el libro: "La enfermedad nunca es neutral. El tratamiento siempre es ideológico. La mortalidad nunca es apolítica".

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Por último, el investigador ha respondido a las dudas sobre el futuro a corto y largo plazo en los estudios para combatir el cáncer. "Si el cambio climático sigue acelerando la incidencia de algunos tipos de cáncer puede variar un poco esta cifra", ha advertido, "pero nosotros manejamos la cifra de que en 2040 se va a multiplicar por diez el número de personas que sobreviven al cáncer respecto a las que sobrevivían en los años 70".