Milagro

Madrid

Un milagro es un suceso inexplicable, extraordinario, maravilloso. Los romanos lo llamaron 'miraculum' a partir del verbo 'mirari', que significa admirarse, para nombrar eclipses, tempestades y cualquier fenómeno que escapaba a su entendimiento. Después llegaron las religiones y atribuyeron aquellos hechos a los dioses o al dios único. Aquel 'miraculum' pasó a 'miraglo' y, por la vía de la metátesis, nuestros antepasados castellanos cambiaron el orden de dos consonantes, la r y la l, y surgió el milagro.

Pero... aquellos términos que documentan este tránsito de la palabra permanecieron en el diccionario como restos arqueológicos. Y así hoy podemos encontrar la palabra miraglo, que sobrevivió a 'miraclo', expulsada del diccionario en 2001. Aunque permanece el adjetivo miraculoso y el adverbio miraculosamente, ambos en desuso. Y encontramos también en el censo un ejército de Milagrosas y Milagros, más de 40.000, la mayoría mujeres y un puñado de hombres.

No es fácil encontrar un suceso en el que quepan todos los usos de la palabra, pero lo que sucedió hace medio siglo en los Andes lo es. Se salvaron de milagro, sobrevivieron durante dos meses en mitad de la nada de milagro, hicieron milagros para esquivar la muerte y no tenemos duda de que alguien exclamó “¡milagro!” cuando llegó la noticia de que vivían algunos de aquellos a los que, lógicamente, se dio por muertos. No se lo podía creer ni dios...