Juan Manuel de Prada ha sido muy claro a la hora de responder a lo que -dice- mucha gente se pregunta. ¿Es el escritor de izquierdas o de derechas? El analista sí es conocido por sus posiciones tradicionales en torno a cuestiones como el aborto, la Iglesia o la familia, pero nunca ha querido definirse en ninguno de los espectros ideológicos más habituales. Él mismo ha querido responder durante una entrevista en «Hora 25» con Aimar Bretos. «Hay quien dice »pero Prada es de derechas o de izquierdas« porque Prada es contrario al aborto o con una moral conservadora o es una persona muy avanzada en cuestiones sociales. La realidad es que esto se debe a que el pensamiento que me inspira es el tradicional. Es una tercera vía a las ideologías modernas, respecto al liberalismo, al marxismo o a todos sus sucedáneos posteriores», ha reflexionado De Prada. El escritor publica «Raros como yo» (Espasa) Un libro que recopila la vida y las obras de escritores malditos, poco conocidos o a los que hemos olvidado. Por ejemplo, uno de esos escritores es Leonardo Castellani, una persona que, según el columnista, le «cambió la vida». «Fue un autor maldito incluso en su patria. Me cambió la vida porque me lo leí en un momento especial, tenía graves dudas de mi pertenencia a la Iglesia Católica. Dudas de fe. Cuando leí a este hombre, que había vivido cosas escabrosas, lo tuvieron encerrado en Manresa. Leyéndolo se me abrieron pasadizos muy interesantes en mi vida, que me permitieron ser católico de otra manera. Si no le hubiera leído, hubiera sido un ateo furibundo o un católico merengoso, gazmoño», ha explicado De Prada. Esto le ha dado pie a desarrollar su idea del pensamiento tradicional. «Es la filosofía aristotélica aplicada a los problemas políticos de este tiempo. Naturalmente, luego con otras visiones complementarias como San Agustín, Santo Tomás de Aquino y una especial lectura de la tradición española. Autores como Quevedo, Cervantes. Eran autores políticos, tenían una visión de los problemas sociales muy importante siempre inspirada por la visión católica», ha argumentado el escritor. Después ha nombrado a quien, según él, más ha inspirado su ideología. «Donoso Cortés escribe que detrás de toda cuestión política hay algo religioso. Que de alguna manera, la mejor forma de alumbrar los problemas políticos, es viendo la cuestión teológica que hay detrás. También con la política moderna. Las ideologías modernas son sucedáneos religiosos. Buscan crear una religión alternativa, tomando elementos de la religión cristiana. Los nuevos mesías. El liberalismo, que es la ideología fundante, promete a la gente el paraíso en la Tierra y promete una serie de dogmas, dogmas anticristianos, porque te da una libertad anticristiana, que no busca la verdad, que te dignifica aunque las decisiones que tomes no sean las correctas», ha relatado De Prada. Juan Manuel de Prada ha abundado en la distinción entre el pensamiento tradicional y el conservador. El escritor vasco oncluye que «el pensamiento tradicional es exactamente lo contrario que el pensamiento conservador. El pensamiento conservador mantiene una fachada y no le importa que el meollo se pudra. Al tradicional, por el contrario, no le importa estar remozando la fachada constantemente. Lo que le importa es que el meollo esté vivo, por eso los conservadores siempre terminan mostrando la patita de la hipocresía. Siempre te das cuenta de que hay algo vacío en ellos. En este programa, a veces, castigo mucho a los conservadores y señalo que lo que dicen es vacuo, no hay unas convicciones detrás y, por lo tanto, lo que transmite no nos enardece, no nos ilusiona. El pensamiento tradicional es al revés. No tiene ningún problema en medirse con hombres de distintas épocas y con modas diversas, pero lo que trata es de mantener unos principios que sean fecundos y que sirvan para inspirar nuevas realidades». Aimar Bretos le ha preguntado también por su relación con el filósofo Santiago Alba Rico, con el que en principio no tendría que tener mucha afinidad ideológica. Sin embargo, Prada le sorprende con esta reflexión: «Santiago Alba Rico tiene muchos elementos tradicionales en su pensamiento. Él es un marxista, pero un marxista chestertoniano, él mismo lo dice así. Nos une Chesterton y nos une también una cierta visión de la necesidad de recuperar la comunidad humana, los lazos, los vínculos entre las personas. Volver a hacer sociedades cohesionadas en torno a los viejos placeres, a la posibilidad de cantar juntos, de beber vino juntos y de crear sociedades más humanas. Es una persona con la que tengo muchos vínculos, aparte de buena amistad, y es una persona con la que tengo puntos de conexión y también de disensión».