Albares defiende que todos los países asumirán su responsabilidad hacia los migrantes aunque el pacto europeo permite pagar para no acogerlos

El ministro de Exteriores defiende el pacto migratorio alcanzado esta semana en la Unión Europea, que ha respaldado la extrema derecha por sus medidas más duras para el control de la inmigración, y que cuenta con el rechazo de las ONG's. Aunque a primera hora la vicepresidenta Yolanda Díaz ha dicho en la SER que el pacto es "un retroceso", José Manuel Albares lo ha calificado de "histórico" y asegura que equilibra correctamente responsabilidad y solidaridad.

Albares ha destacado la dificultad para alcanzar el pacto, asegura que en el seno de la Unión existía la creencia de que "o se hacía bajo la presidencia española o no iba a hacerse" y ha concluido argumentando que "los Estados de primera entrada aceptan su parte de responsabilidad. Los demás Estados tienen que aceptar también su parte de responsabilidad y tiene que haber solidaridad". El pacto habilita a un país a no acoger migrantes a cambio de pagar una compensación de 20.000 euros por persona no acogida.

Según Albares, los migrantes "no vienen a un país determinado, vienen a Europa, y si es un fenómeno europeo la respuesta sólo puede ser europea".

Miles de peticiones de asilo

Las palabras de Albares han coincidido con la publicación de los últimos datos de peticiones de asilo en la Unión Europea actualizados al mes de septiembre. España sigue siendo el segundo país que más peticiones registra con 13.395, sólo por detrás de Alemania y por delante de Francia o de Italia. En total, más de 98.000 personas pidieron asilo en la Unión en ese mes, un incremento de un 10% con respecto a septiembre de 2022.

Sirios, afganos, venezolanos y colombianos son las nacionalidades de la mayoría de personas que solicitan asilo en la Unión, de las que 4.000 fueron menores no acompañados. La mayoría de estos niños y niñas han pedido asilo en los Países Bajos y también en Alemania.

Albares ha defendido hoy que el pacto migratorio es acorde con el principio europeo de garantizar protección a quienes lo necesitan, que garantiza el asilo, aunque ha dejado también una advertencia para justificar el endurecimiento de la postura europea: "hay personas que necesitan de nuestra protección, pero al mismo tiempo hay otras personas que, buscando mejorar su vida, escogen la vía equivocada, la irregular".