"Ya no nos preguntamos si existe la vida ahí afuera. La pregunta hoy es cuándo la descubriremos"
Pablo Tallón entrevista a Joan Anton Català, divulgador de astronomía y astrofísica
Las 21 de Hora 25 | Joan Anton Català
La pregunta clave en la comunidad científica que estudia el universo ya no es si hay o no vida fuera del planeta Tierra. Eso se da por descontado, porque "el universo es inmenso y el planeta Tierra no ocupa ninguna posición relevante", explica el divulgador científico Joan Anton Català. Solo en nuestra galaxia, podría haber un billón de planetas y esa es la razón por la que se ha reformulado la pregunta de si hay o no vida extraterrestre: "Ya no nos preguntamos si la vida existe ahí afuera. La pregunta hoy es cuándo descubriremos la vida ahí afuera", explica Catalá.
Sería "un pecado de humildad" pensar que "somos la única civilización", pero la ciencia no vive ni de deseos y falta la prueba definitiva. En Marte, se está buscando vida básica, pero el hallazgo que marcaría una auténtica revolución sería otro. "El premio gordo" sería dar con la señal que demostrara que "ha habido vida inteligente en el universo". Esa señal, sostiene Català, "podría estar viajando ahora mismo hacia la Tierra". Sería, en definitiva, la señal que nos confirmara que no somos los únicos en el universo.
¿Cómo se pueden cribar esas señales? El universo está plagado de señales; las que lanzan las estrellas de neutrones o los centros de las galaxias porque todas emiten ondas de radio, pero la clave sería una señal que no pudiera emitir un objeto natural. En nuestro caso sería como si enviáramos una secuencia de números primos. Sin embargo, constatar que no estamos solos no significa que pudiera haber un contacto o una comunicación directa porque "esa señal puede haber estado recorriendo el universo durante millones de años".
En el Pentágono sí existe un temor por algunos de los objetos volantes no identificados, pero no estamos hablando de "hombrecitos verdes". Hay el temor porque esos ovnis pueden ser pruebas de tecnología de gobiernos rivales, con las implicaciones que eso tiene para la seguridad nacional o la seguridad aérea.
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En el espacio se va a librar el futuro tanto geopolítico, como empresarial. "Estamos desarrollando económicamente el espacio. Es la buena noticia, porque el espacio se está convirtiendo en un entorno en el que va a haber servicios que vamos a utilizar cada día y que nos van a dar información vital. Por ejemplo, servicios de alarmas, servicios que permitan ver como avanza la emergencia climática o la disminución de los caudales de ríos y pantanos", explica Català.
Aunque las leyes internacionales del espacio de 1967 dicen de forma explícita que ningún cuerpo celeste es propiedad de nadie y, por tanto, nadie puede reclamar soberanía, eso no significa que un país o una empresa no pueda desarrollar una industria. Por eso, el papel de Elon Musk puede ser clave. Desde que era un chaval, Musk quiere enviar humanos a Marte. La presidenta de SpaceX dijo "Space X enviará el hombre a Marte antes de que termine está década con la NASA o sin la NASA". Según Català, es improbable que el empresario pueda cumplir con ese plazo, pero es evidente que las grandes corporaciones aeroespaciales jugarán a un papel clave en las próximas décadas.
Las 21 de Hora 25 | Joan Anton Català
Marisol Rojas
Trabaja en la Cadena Ser desde 2007. Empezó madrugando...