Ernest Urtasun: "Me gustaría llegar a un pacto de Estado contra la censura, pero el PP está atado de pies y manos por Vox"
El ministro de Cultura explica en la SER las líneas centrales de la política de su ministerio y las estrategias para hacer frente a los casos de censura y a los nuevos desafíos que afectan al sector, como la inteligencia artificial o la regulación del cine
Ernest Urtasun en La Hora Extra: "Me gustaría llegar a un pacto de Estado contra la censura, pero el PP está atado de pies y manos por VOX"
El año acaba para Ernest Urtasun (1982) con nueva residencia, nuevo puesto y nuevos desafíos. Recién nombrado ministro de Cultura, ministerio centrado solo en esta materia y ya, por fin, no compartido ni con Educación ni con Deporte, este diplomático, experto en relaciones internacionales, crítico musical, portavoz de Sumar y miembro de los Comunes, encara una tarea que esconde retos y varias pruebas, casi tan difíciles como los trabajos de Hércules. Reforma del INAEM, nueva Ley del Cine, Inteligencia Artificial, precariedad... La Cultura es siempre la olvidada de todas las legislaturas, sobre todo cuando llegan los problemas, como ocurrió en la pandemia. La Cultura, además, es la materia que la extrema derecha, Vox, está pidiendo en los acuerdos de gobierno firmados con el PP para ejercer desde ahí una política ideológica que nos ha dejado ya varios casos de censura.
Urtasun insiste en esta entrevista en la Cadena SER en que ese será uno de los principales desafíos, blindar los derechos culturales, entre ellos, el de la libertad de expresión. También confirma que la Ley del Cine será una de las primeras grandes medidas de su ministerio, al que trata de tomar medida reuniéndose con el sector. Lo hará también con los taurinos, a pesar de su conocida posición con respecto a la tauromaquia.
Ministro de Cultura y ya no de Deporte, como su antecesor, Miquel Iceta. ¿Un alivio después de este convulso 2023, marcado por el caso Rubiales? ¿o una pena porque le gusta el deporte?
Bueno, nosotros teníamos intereses especiales en Sumar en llevar Cultura. Nos parece que es un sector esencial en este país, en el cual hay mucho trabajo por hacer, en el momento en que nos encontramos, en la Unión Europea, es muy importante darle un empujón y nuestra a nuestra prioridad era tener cultura. Así que desde nuestro punto de vista, la prioridad está conseguida.
No han pasado ni cien días en el gobierno. ¿Cómo ha encontrado al sector? ¿Qué tal han sido los primeros contactos?
He tratado de verme con todo el sector para hacer una radiografía. No he visto todo el mundo, desde luego. Estoy viendo mucho a la gente del cine porque tenemos la Ley del Cine en mente. La ley que decayó, porque estaban las Cortes y necesitamos sacarla porque la anterior en vigor es muy antigua. Hay sectores que funcionan muy bien, por ejemplo, desde la pandemia, el sector del libro va como un tiro, aunque hay cosas que arreglar, pero es un sector que tiene una pujanza en estos momentos brutal. Sin embargo, hay otros sectores que lo están pasando peor y, desde luego, me trasladan a muchas de las entidades sociales con las que me he visto que hay un problemas de precariedad difícil detrás. Nuevas problemáticas que aparecen con todo el tema de la inteligencia artificial con los guionistas, por ejemplo. Es decir, tenemos problemas que arrastramos y otros nuevos que aparecen, que requieren de actuaciones públicas fuertes.
El programa electoral de Sumar en materia de cultura era muy ambicioso y transversal, unía la cultura con la defensa del medio ambiente, con el feminismo y la memoria histórica, ¿van a ser esos los ejes de la política de su ministerio?
Hicimos un gran trabajo en el programa electoral en materia de cultura y quiero aprovechar para agradecer el trabajo Getsemaní San Marcos, que lo coordinó y que se ha incorporado el equipo del Ministerio. Estoy muy contento de que esté porque es una de las grandes especialistas del mundo de la cultura que hay en nuestro país. Esos ejes van a vertebrar la acción del Ministerio. Estamos terminando de ver las líneas generales en torno a la idea de derechos culturales. Es lo que va a articular un poco nuestra acción, que es hacia dónde pivotan las políticas públicas. Es decir, el derecho al disfrute de la cultura que tiene el receptor de cultura, y eso significa que debe llegar a todos, a todas partes, que todo el mundo pueda disfrutarla, que sea accesible, que llegue a todo el territorio, que es una cosa que nos preocupa. Las ciudades son grandes centros de producción cultural, pero la cultura necesitamos que llegue a todos los rincones. Luego también está el derecho a ser emisor cultural. Y una de las cosas que estamos viendo, es que necesitamos cuidar la creación, que haya espacios, que haya becas, que haya apoyo, que la Ley de Enseñanzas Culturales, que se quedó colgada también de la pasada legislatura, pues salga adelante. Toda esa parte también nos preocupa. Y luego hay un tema que yo mencioné el día de mi toma de posesión cuando hablamos de derechos culturales, que es clave, que es prácticamente el derecho cultural principal, que es el de la libre expresión, que nos preocupa por lo que está ocurriendo.
Los actos de censura no cesan, cancelación de obras por ir desnudos, motivando explícitamente los motivos, como en el caso de Quintanar de la Orden, pero hay otra censura que tiene que ver con lo económico, donde los gobiernos de PP y Vox lo que están haciendo es quitar presupuestos, como ha ocurrido en Valencia con la Academia del Audiovisual, o en Madrid con el Ateneo, ¿esa censura más sibilina cómo se puede combatir desde el ministerio?
Hay que ver las casuísticas y ver de qué manera la administración central puede intervenir, teniendo cuenta que las competencias de Cultura están transferidas a las comunidades autónomas. Pero yo quise ser claro en mi toma de posesión: nosotros actuaremos y lo haremos. Hay que ver caso por caso, porque hay varias maneras de censurar. La manera más discreta de censura es retirar el apoyo económico a determinadas cosas. Ahí podemos ver si se puede suplir esa retirada. Apoyo económico, en algunos casos, que vamos a ir estudiando. Otra cosa muy flagrante de la censura es cuando es ilegal. Si hay algún tipo de actuación judicial que se puede hacer, eso también lo vamos a estudiar. Y luego hay una cuestión que ya hemos hecho, y que hemos aprendido, por ejemplo, con el Festival de Huesca, y es que las personas que sufren este tipo de actuaciones requieren, lo primero, del apoyo político de la administración central. En Huesca actuamos enseguida, nos manifestamos, nos pusimos en contacto con el director para que supieran que la administración general va a estar a su lado. La respuesta puede ser distinta en función de cada caso, pero nosotros actuaremos, estaremos muy atentos a estas cuestiones.
En campaña electoral se habló incluso de un pacto de Estado contra la censura. ¿Esto va a ser posible con las derechas?
A mí me encantaría poder llegar a un acuerdo con todos los partidos políticos para combatir la censura. Pero visto cómo actúan algunas administraciones y, particularmente, algunos partidos políticos como VOX, pues no sé si el PP, que se deja influir por sus acuerdos políticos, si va a darse. Volviendo al caso de Huesca, ha sido una concesión que el PP ha realizado a una exigencia de VOX de hace mucho tiempo, eliminando además un festival que era referencia en nuestro país, que permite articular la cultura en todo el territorio. En este caso, con un acto cultural tan importante, el PP se ha dejado atar de pies y manos por VOX. Es muy lamentable que no lleguemos a un gran acuerdo. No sé si sería posible, pero desde luego sería deseable.
Ya se ha aprobado la Ley de Mecenazgo, ¿qué cambios introduce y en qué va a mejorar la financiación de proyectos culturales?
Hemos dejado la ley que estaba, porque estaba consensuada, salió del Congreso y estaba en el Senado. Hubo un tema polémico que sí hemos retirado, que fue la reducción del IVA y de algunos impuestos a las confesiones religiosas, que a nosotros, desde Sumar, no nos gustaba. Eso no está. Lo que tenemos ahora es actuaciones en materia de fiscalidad que van a fomentar el mecenazgo y el micromecenazgo. Nosotros en España tenemos un modelo de producción cultural que es el continental europeo, que es básicamente que la cultura se programa desde el presupuesto público, frente a un modelo más anglosajón del mecenazgo. Nosotros, sin abandonar lo central para la cultura en nuestro país y que consiste en promoverla desde el presupuesto público, acogemos el mecenazgo para hacer más. Lo que hemos hecho es, básicamente, aprobar una ley que ya tenía el consenso.
Decía que de las primeras cosas que harán será aprobar, al fin, la Ley del Cine, que quedó en tierra de nadie con la convocatoria de elecciones y que es clave para un sector que vio cómo el ministerio de Economía cambiaba en la Ley Audiovisual la definición de productor independiente, ¿se va a corregir este error? ¿Qué va a pasar con la Ley del Cine?
Es una de las primeras cosas que he querido hacer. También porque la ley, efectivamente, estaba ya entrada en Cortes, pero a diferencia de la Ley de Mecenazgo, aún estaba en negociaciones, no estaba finalizada, no tenía ese consenso que ya tenía la anterior. Por lo tanto, aún hay trabajo por hacer. Con la Ley del Cine tenemos dos opciones. Una es volver a empezar de cero. Otra opción es ir por la vía rápida, pasarla por Consejo de Ministros y entrar la directamente en el Congreso. Creo que optaremos por esta segunda opción, porque el sector, con el cual me he estado reuniendo estos días, es lo que me pide. Me dicen que la ley actual es muy antigua y que necesitan ir rápido. De modo que, en la fase legislativa, habrá modificaciones. Estamos terminando de ver la definición de productor independiente. También la cuestión de las ventanas, la cuestión de las plataformas, es decir, hay cosas que están aún por ver. Yo de entrada lo que he querido hacer es escuchar a todo el mundo. Me he reunido con todo el sector en estas primeras semanas y lo que voy a tratar de lograr es una ley que sea de consenso y que todo el mundo sienta suya.
Eso es misión complicada...
Bueno, es misión complicada, pero es la tarea de los políticos y de los que estamos en funciones de gestión. Sobre todo es esta.
¿Seguirá este año que empieza la iniciativa de los martes al cine, para mayores que ha funcionado bien, según el sector?
Lo estamos acabando de ver, pero funciona muy bien y tenemos toda la simpatía por ella.
Hay otra reflexión que se ha hecho en países europeos, en Bélgica, también en Reino Unido, que es entender que el colonialismo también es cultural, que también se han robado obras. En España este debate apenas se ha lanzado, mucho menos acciones al respecto, ¿va a acelerarlo este ministerio? ¿van a estudiar casos como el Museo de Antropología, el Thyssen o el Prado?
Esta reflexión sí se abrió un poco, pero hay que abrirla más. Yo he vivido estos años en Bélgica, donde hay un museo sobre África que era terrorífico, racista, colonialista, espantoso. Y Bélgica ha cambiado radicalmente su museo. Hay toda una revisión de lo que fue la responsabilidad colonial belga en el Congo y cómo eso se trató antes. Yo creo que es algo que nosotros, poco a poco, tenemos que empezar a hacer. ¿Cómo lo haremos? Lo estamos acabando de ver. La voluntad es ir poco a poco, pero nosotros hemos heredado esa cultura colonial que, de alguna manera, tenemos que ver y gestionar.
El Estatuto del Artista es otra de las medidas que el sector espera como agua de mayo, ¿en qué punto está? ¿Avanzará ahora más rápido que tienen mayor relación Trabajo y Cultura o sigue siendo Hacienda el escollo?
Quedan cosas. El Estatuto es un informe aprobado por el Congreso, que luego deriva en varias iniciativas legislativas. Por cierto, en el Consejo de Ministros aprobamos una, ahora a finales de año, que tiene que ver con la representación sindical de los de los artistas. La representación sindical se puede ejercer en unos plazos muy largos, que en el mundo de la cultura, que es un sector tan itinerante, no eran operativos. Necesitábamos acortar esos plazos para poder facilitar esa representación sindical y eso lo hemos aprobado recientemente. Lo digo como un ejemplo de cosas que seguimos haciendo en el marco del Estatuto del Artista. Pero hay todavía asuntos pendientes, hay cosas vinculadas a la Seguridad Social que todavía no están hechas, algunas cosas de fiscalidad que son las más duras, porque tenemos que verlas también con Hacienda y esas cosas son complicadas. Pero seguiremos desplegando derechos.
La Inteligencia artificial ha sido uno de los temas de este 2023 y lo será también en 2024. La huelga en Hollywood tenía que ver con esto. En España, desde AISGE se insiste en que haya regulación al respecto, ¿cómo van a legislar en este caso para proteger a los creadores?
La huelga en Hollywood la seguí muy de cerca. Además terminó bien, con un acuerdo, terminó con un acuerdo. Tenemos un nuevo reglamento europeo de Inteligencia Artificial, que se aprobó hace poco, donde los derechos de autor quedan protegidos. Es una primera etapa, creo que hay que ir un poco más allá. Lo que me trasladan los guionistas, es que preocupa que la inteligencia artificial utilice sus obras sin pagarles nada y que luego reproduzca y hagan nuevas creaciones. De manera ideal, esto debería regularse en Europa. Yo soy partidario de que ese primer reglamento, venga de allí. El reglamento de la Inteligencia artificial habrá que adaptarlo y la parte de derechos de autor deberá reforzarse. Luego estudiaremos qué podemos hacer a escala de a nivel estatal también.
¿Los toros son cultura? ¿Qué va a pasar con el Premio Nacional de Tauromaquia?
Yo en esto he sido claro, porque mi posición es conocida. En todas las mis opiniones y, además, en el Parlamento Europeo me he manifestado y he llevado a cabo iniciativas en relación con la tauromaquia y siempre digo lo mismo. Primero que las tradiciones evolucionan, como todo en la vida, y yo creo que hoy en día hay una mayoría de la sociedad española que no comparte la tortura animal y que, por lo tanto, habrá que ver qué medidas tomamos para ello. Lo tenemos que ver y estudiar. Acabamos de llegar y también queremos ser cautos con esto, queremos escuchar. Lo he dicho desde el inicio, que la prioridad es dialogar con todo el mundo, pero también digo que mi posición en este tema es conocida.
Hemos hablado de censura, que es el derecho principal en torno a la cultura, pero en el programa electoral de Sumar se hablaba de blindar derechos culturales, ¿Cuáles son y cómo se materializa ese blindaje?
Fundamentalmente cuando hablamos de derechos culturales hablamos del primero de todos, que es la libertad de expresión. Hay dos vertientes que me parecen interesantes, el derecho a ser receptor y a ser emisor de cultura. Que uno tenga acceso a la cultura y en eso se han echo cosas, como el Bono Cultural Joven, que ha sido una buena práctica, una buena política pública, que nosotros llevamos el programa reforzarlo. La cultura va a ser accesible para todo el mundo y en todo el territorio. Luego está también el derecho a ser emisor de cultura, a participar de la creación cultural y en eso el apoyo a la creación. Y creo que tenemos un déficit de creación en este país y que necesitamos solventar. Y en eso también vamos a centrarnos.
Otra de las preguntas habituales a un ministro de Cultura que entra en el cargo es si se hará la reforma del INAEM, el Instituto de Artes Escénicas y la Música, una reforma que lleva prometido mucho tiempo, pero no llega...
Yo quiero hacerla. Necesitamos agilizar de una vez todas las ayudas, subvenciones, etcétera. Pero el INAEM es también uno de nuestros grandes entes de producción. Esas dos funciones, que son distintas, tenemos que ver de qué manera las agilizamos. Sé que nuestros centros tienen problemas con las giras, que tienen problemas con las contrataciones, y hay que arreglar todo esto. Eso debe hacerse en diálogo con los trabajadores del INAEM. Les voy a escuchar, vamos a hacer una reforma acordada con ellos, y a la vez manteniendo siempre el carácter público. Nuestro equipo lo tiene claro, esa reforma, que es largamente demandada, la vamos a afrontar, la queremos hacer.
Ha habido bastante polémica con la elección de los directores artísticos de teatros e instituciones en comunidades como Valencia o Madrid, con PP y Vox a dedo, sin concurso público. ¿Qué va a pasar en el INAEM? ¿Se va a elegir a los siguientes directores de los teatros públicos por concurso público?
Nosotros evidentemente queremos que estos concursos sean abiertos, desde luego, que se pueda elegir, no hacer nombramientos a dedo, sino que se puedan elegir a los mejores en procesos que sean transparentes y limpios.
Hay propuestas muy ambiciosas que ha mencionado, para las que hará falta dinero. El gobierno de coalición aumentó el presupuesto de Cultura, Sumar llevaba la idea de seguir incrementándolo en el programa electoral, ¿va a ser fácil convencer al Consejo de Ministros de esto?
Desde luego yo voy a defender con uñas y dientes el presupuesto de Cultura, que estamos un pelín por debajo del de nuestro entorno, por debajo de lo que recomienda la Comisión Europea y, por lo tanto, tenemos que ir más allá. Es mi voluntad. Abrir un diálogo con Hacienda para que estas cosas, que no son sencillas, se hagan. Evidentemente todos los ministros quieren dinero, pero mi responsabilidad es que la Cultura esté mejor financiada en este país, que tengamos más recursos. Quiero abrir un diálogo con Hacienda para estas cosas.
Los fondos europeos han ayudado a que el presupuesto cultural sea amplio, hay miedo en el sector a qué va a pasar cuando ya no estén, ¿peligran los fondos europeos?
De los fondos europeos queda mucho por ejecutar todavía. De hecho, una de las cosas que estábamos viendo ahora con las últimas decisiones que hemos tomado, que el siguiente pago del Fondo de Recuperación, tiene que llegar el el primer trimestre, y son más de 1.000.000.000 de euros y, por lo tanto, el fondo aún no termina. Queda un plazo y desde luego, cuando los fondos europeo no estén, pues habrá que ver de qué manera en el presupuesto podemos solventarlo.
Le decía lo de convencer al Consejo de Ministros porque, a diferencia de lo que ocurre en países vecinos como Francia, da la sensación de que la cultura es considerada por mucha gente, también algunos gobernantes, como algo secundario o superfluo, ¿tiene esa sensación?
Yo creo que España es un país donde la cultura tiene bastante centralidad. Evidentemente tenemos que hacer más y acercarla más, pero la cultura tiene un papel muy importante en nuestro país y, desde luego, es una de las grandes industrias. La cultura no es sólo un divertimento, es una grandísima industria que da muchísimo puestos de trabajo, etc. Entonces tenemos que ser capaces de dar mayor centralidad. Hay algunas iniciativas que están pendientes. Por ejemplo, la Ley de Enseñanzas Artísticas. Es importante vincular la cultura más a la educación, enraizar más en la educación.
Usted tenía relación con la cultura, al menos, había firmado críticas de música en la revista Rockdelux, ¿cómo fue esa experiencia?
Yo soy lector de Rockdelux desde que soy chiquitín, prácticamente de adolescente. Es una de las grandes revistas musicales de nuestro país, que dejó de publicarse en papel después de la pandemia y ahora se publica online, aunque ahora están sacando un número serial en papel y demás. En su momento, Santi Carrillo me llamó y me dijo que ya que era suscriptor, si en la nueva etapa digital me apetecería escribir. Pensé en qué podía aportar, porque tampoco soy crítico musical. Entonces, lo que trataba de hacer, ahora hace tiempo que no escribo porque no tengo tiempo, era explicar algunas cosas de la música vinculadas con las relaciones internacionales. Hice un artículo sobre música afgana, porque ha sido terrible lo que ha pasado con la música tras la vuelta de los talibanes en Afganistán, en un país riquísimo en producción musical. O por ejemplo, antes me hablabas de la herencia colonial, pues en un artículo que hice, que me gustó mucho estudiarlo, fue cómo los británicos habían explotado de forma colonial la música en sus colonias y particularmente en Jamaica, el reagge. Traían bandas de Jamaica al Reino Unido, bandas que fueron un exitazo, y tenían a estos músicos trabajando en situaciones de esclavitud.
Un ministro tiene tiempo e interés en leer, ver películas, ir al teatro...
He ido a la ópera hace poco, a ver Rigoletto. He disfrutado mucho con Facendera, de Óscar García, que me parece que tiene un talento brutal y que cuenta una realidad poco conocida que deberíamos conocer mejor, y quiero ir al cine estos días con mis hijos a ver Robot Dreams. Veo todo lo que puedo y esta la tengo pendiente.