Las preocupaciones y su objetivo de boicotear nuestra felicidad
Francesc Miralles, el motivador de 'Si amanece', analiza cómo afectan las intranquilidades a nuestra sensación de bienestar

Las preocupaciones y su objetivo de boicotear nuestra felicidad
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Entre los grandes boicoteadores de la felicidad están las preocupaciones. Estar pre-ocupados, como nos indica la palabra, nos sitúa en las antípodas de la ocupación. Gastamos tiempo y energía mental en cosas que no están sucediendo en este momento. Es decir, estamos fuera de la realidad, fuera de la vida.
¿Cómo podemos salir de las preocupaciones?
- El psicólogo Antoni Bolinches opina:
«La única manera de gestionar las preocupaciones es con ocupaciones. Estar ocupados nos permite somatizar menos, bajar el nivel tensional, tener menos hipocondría… Porque estamos en una terapia ocupacional.»
- Es curioso que el actor Cary Grant, cuando fue preguntado por su secreto para la felicidad, recurrió a esta misma «terapia». En sus propias palabras:
«Mi fórmula para la vida es muy simple. Me levanto por la mañana y me acuesto por la noche. Entre medio, trato de ocuparme lo mejor que puedo.»
- Otro remedio para desactivar preocupaciones es relativizar lo que no para de dar vueltas a nuestra cabeza. Tenemos varias maneras de hacerlo:
- Con el prisma temporal. Decía Richard Carlson, psicólogo y autor de 'No te ahogues en un vaso de agua', que cada vez que estés preocupado te preguntes: ¿Tendrá esto importancia de aquí un año? Si la respuesta es “No” o albergas dudas, deshazte del problema ya y deja de sufrir.
- Con ayuda de la astrofísica. Sí, no es un error. Leer libros divulgativos sobre el Universo, como 'Una breve historia de casi todo' de Bill Bryson, o 'El Universo' de Isaac Asimov, nos devuelve a nuestra verdadera dimensión. Nos hace sentir tan pequeños, que nuestros problemas se disuelven en la inmensidad cósmica.
- Con las 4 preguntas de Byron Katie. La autora de 'Amar lo que es' superó una depresión y muchas preocupaciones gracias a este filtro de 4 preguntas ante cualquier pensamiento negativo que nos lastra:
- ¿Lo que pienso es verdad? (Sí o no. Si es «no», se pasa a la tercera pregunta)
- ¿Puedo absolutamente saber que eso es verdad? (Sí o no)
- ¿Cómo me siento cuando creo en ese pensamiento?
- ¿Quién sería yo sin ese pensamiento?
A veces lo que nos abate y nos preocupa es no ser reconocidos, sentir que no valoran nuestros méritos. John Lennon nos legó un remedio para eso:
«Cuando hagas algo noble y bello
y nadie se dé cuenta, no te pongas triste.
Pues la salida del sol cada mañana
es un espectáculo maravilloso
y la mayoría del público está dormido.»




