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Kelsey Grammer: "Hay algunos chistes que ya no se pueden hacer, pero Frasier nunca haría esas bromas, así que no hay problema"

El actor vuelve a interpretar al psiquiatra en su regreso a Boston con una nueva temporada de su comedia en SkyShowtime

Kelsey Grammer, durante su visita a Madrid para presentar la nueva de 'Frasier'(Photo by Aldara Zarraoa/Getty Images) / Aldara Zarraoa

Madrid

Han pasado dos décadas desde que nos despedimos de Frasier, uno de los personajes más trascendentes de la comedia televisiva. El actor Kelsey Grammer vuelve a interpretar a este psiquiatra esnob en una nueva serie de igual título, ya disponible en SkyShowtime con un casting renovado, donde el protagonista acepta una plaza como profesor en Harvard.

Kelsey Grammer visita Madrid para promocionar esta nueva producción, con la que espera repetir el éxito de la anterior. Frasier ha vuelto animada por esa ola de nostalgia televisiva que aún funciona. “Hace seis años se hizo un reboot de Roseanne y fue muy bien recibida, y eso me hizo pensar que todavía podemos explorar en el personaje que merece la pena ser vistos", dice el actor sobre la decisión de recuperar al personaje.

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A lo largo de sus 262 capítulos y sus 11 temporadas, Frasier nos mostró el día a día de un psiquiatra que tenía un consultorio radiofónico nocturno y lidiaba con un padre jubilado, su enfermera, y la complicada personalidad de su hermano, Niles. Para Grammer no ha sido difícil volver a interpretarlo: “Es un personaje extremadamente resiliente, todavía actúa con todo su corazón y está dispuesto a darle una oportunidad a la vida”, dice con cariño del que, asegura “es un gran amigo”.

Si en la serie original, Frasier tenía una relación más que tormentosa con su padre, ahora él es el progenitor que se siente perdido con su hijo, interpretado por Jack Cutmore-Scott. “Ser un buen padre es parte de mi propio viaje y del de Frasier”, se sincera el actor. “Yo no tuve padre, no lo conocí, pero pude saber lo que era tener un padre a través de John Mahoney, por eso lo honramos en la búsqueda continua de Frasier para que se convierta en un buen padre”, considera.

El personaje de Frasier consiguió su propio spin-off después de enamorar a los televidentes en Cheers (1984-1993). Esta segunda (o tercera) vida corría el riesgo de desdibujar un personaje muy querido por toda una generación de fans. “Sí sentí la responsabilidad de asegurarme de que la serie fuera buena para no ensuciar la anterior, pero nunca mancillaríamos esa piedra preciosa", dice Grammer.

El renacimiento de la ‘sitcom’ clásica

Frasier triunfó en televisión entre 1993 hasta 2004 con un formato tradicional: grabación en plató y con público en directo. Y así ha regresado. Grammer considera que “el formato sigue siendo perfecto, funciona a las mil maravillas”. Esta forma de trabajo no solo pone al cámara como audiencia, sino al público, lo cual te permite tener “una respuesta inmediata, te enseñan lo que es divertido”.

Once temporadas de Cheers y otras once temporadas de Frasier avalan la calidad de las sitcoms bien hechas, y Grammer cree que esta forma de comedia “se va a echar de menos en el mundo del entretenimiento y se va a redescubrir como una gran forma de hacer reír a la gente”.

El formato no ha cambiado y el contenido, tampoco. Como dice el protagonista, “nunca hacíamos chistes que llegaran demasiado por debajo de la cintura”, y la nueva serie continúa con este humor blanco que huye de lo grosero. “Hay algunos chistes que ya no se pueden hacer, pero Frasier nunca haría esas bromas ni en la serie original, así que ese no sería un problema”, dice Grammer, opinando sobre los límites del humor en la actualidad.