Infarto
"Ayer vivimos una sesión parlamentaria de infarto y vimos una semifinal de infarto en la Supercopa de España. Por eso traemos hoy esta interesante palabra"

Madrid
Ayer vivimos una sesión parlamentaria de infarto y vimos una semifinal de infarto en la Supercopa de España. Por eso traemos hoy esta interesante palabra que llegó a nuestro diccionario a mediados del XIX para nombrar, en general, un tumor. Más tarde, el término se fue afinando para definir la hinchazón u obstrucción de un órgano (1899) o su necrosis por falta de riego sanguíneo debida a la obstrucción de una arteria (1956). En ambas definiciones encontramos la palabra obstrucción que es lo que nombraba la palabra madre latina 'infarctus', algo taponado.
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De esa misma raíz brotó también el verbo fartar, que aún encontramos en el diccionario como un término en desuso tras ser orillado por el verbo hartar, que en su evolución al castellano prescindió de la efe inicial, pero dejó la hache como signo de que una vez la hubo. Y también la palabra farsa, que nos llegó del francés pero que nace igualmente del 'farctus' romano que también se refería a algo relleno. Y es que la farsa, en sus inicios, era una pieza que se interpretaba como relleno en los descansos de una obra teatral importante. En fin, que si ayer alguien, en esa doble jornada de infarto, terminó harto o consideró algo de lo visto como una farsa, hoy puede encontrar conexiones en el diccionario.





