El día más difícil de Xavi

La derrota por 4 a 1 en la final de la Supercopa de España ante el Madrid ha hecho mucho daño al Barça. Más que por el resultado y porque se perdió un título, que también, ha hecho daño por la forma en que se perdió, por el cómo. El Madrid fue muy superior y el Barça no compitió, salvo unos minutos en la primera parte cuando llegó el gol de Lewandowski que suponía el 2-1. La derrota ha sido un duro golpe por el vestuario y, de los jugadores, los más afectados han sido los que llevan más años en el club y los jóvenes, como Lamine Yamal o Fermín López. El entrenador, Xavi Hernández, pasa también por uno de los momentos más complicados desde que se hizo cargo del banquillo del Barça. La Supercopa debía ser el 'clic' para dar definitivamente un paso adelante, debía suponer el punto de inflexión positivo como lo fue la pasada temporada y tenía muchas esperanzas de que fuera así... pero "el día que debía salir todo bien, salió todo mal" admiten desde el mismo vestuario.

El equipo volvió de madrugada desde Riad y aterrizó en Barcelona a primera hora de la mañana. Xavi aún no ha hablado con sus jugadores, no ha habido charla del entrenador, que se espera en el entrenamiento del martes para mantener una conversación necesaria con sus futbolistas. Por lo que cuentan desde el vestuario, tampoco ha habido discurso del presidente Joan Laporta en el avión de vuelta. Desde el club —en privado—, el mensaje que se transmite es de calma y de tranquilidad. La situación es delicada, pero de momento se mantiene la confianza en el entrenador y la esperanza de que pronto se revertirá la situación, empezando por éste mismo jueves, en el campo de Unionistas de Salamanca. Un partido que ha ganado en trascendencia junto con la visita al campo del Betis de este próximo domingo. Pese a la confianza en Xavi que quiere transmitir el club, la sensación es que estos dos partidos, si el resultado no es positivo, sí podrían marcar el futuro del entrenador.

Xavi reconoce también en privado que está muy dolido por la derrota, aunque deja claro que se siente fuerte por aguantar las críticas (que considera justificadas) y para dar al equipo el impulso que necesita para levantarse. Como jugador vivió muchas situaciones delicadas, peores que la actual, y consiguieron darle la vuelta, por eso ahora está convencido de que también lo podrán hacer. "No es momento de quemarlo todo", dicen desde el club y desde el vestuario, quedan tres títulos en juego y se podrá competir por todos ellos, creen. Es un momento difícil, pero Xavi asegura estar tranquilo y sentir la confianza del presidente, que le ha transmitido que el proyecto es a largo plazo, aunque Xavi es consciente de que los títulos marcarán su continuidad si se le mantiene hasta a final de temporada (esta es la idea del club si no existe una catástrofe deportiva). Fuentes cercanas al entrenador se encargan de recordar que la pasada temporada se ganaron dos títulos y que en la final del año pasado el baño fue del Barça al Madrid. Por eso, piden paciencia y tranquilidad porque, como decía el propio Xavi públicamente después del partido, no tienen ninguna duda de que "el Barça volverá".