"Tener sexo o masturbarnos nos puede ayudar a dormir mejor": una neurocientífica da las claves para poder mejorar nuestro sueño

Los expertos recomiendan dormir unas 8 horas al día. Sin embargo, entre el trabajo y las responsabilidades parece ser que cada vez dormimos menos. Y, de hecho, según la OMS el 40% de la población duerme mal, ya sea por falta de horas o por la dificultad de conciliar el sueño profundo. Hablamos con la neurocientífica Raquel Marín por su nuevo libro Alimenta el sueño para un cerebro sano: Guía práctica para dormir mejor y alargar la vida de tus neuronas.

"Para dormir nuestro cerebro tiene que aprender que estamos en un ambiente placentero y sin estrés", explica Marín que por una cuestión histórica nuestro cerebro sigue pensando que somos nómadas y tenemos que estar alerta a cualquier situación vulnerable. Por ello, debemos de hacerle entender que se encuentra en un momento de relax y deberíamos de evitar observar contenidos desagradables previamente.

Además, apunta que nos encontramos muy cerca de poder controlar los sueños y lo que sí es posible es evitar el ansia de fumar: "Si durante el sueño se concentra el olor del tabaco con otros olores desagradables puedes generar una reducción de las ganas de fumar". Explica también que estos estímulos pueden ayudar a nuestra memoria y relacionar olores agradables con una serie de cartas u objetos puede provocar que los recordemos de forma más sencilla.

'Trauma de transmisión transgeneracional’

La falta de un sueño sano puede afectar gravemente nuestra salud y aconseja a aquellas personas a las que les cueste conciliarlo que abandonen la habitación: "Si empezamos a dar vueltas y no podemos dormir, a los 15min lo ideal es ir a alguna otra zona con luz tenue y realizar ejercicios sencillos. El dormitorio no se puede convertir en un lugar de angustia". Y es que, la imposibilidad de dormir se puede convertir en una pesadilla para algunos.

Sin embargo, las pesadillas son más comunes de lo que creemos e incluso pueden estar en nuestro ADN. Se calcula que el 30% de nietos o bisnietos de víctimas de genocidios, torturas, etc, suelen tener pesadillas recurrentes, aunque no hayan sufrido esos traumas en primera persona. "Tenemos tendencia a revivir esos momentos en los que hayamos estado en peligro de muerte. Hasta dos generaciones después se pueden evocar pesadillas en personas que no lo hayan vivido", afirma que lo ideal sería escribir en un papel un final diferente y más agradable para que nos sea más fácil salir del bucle en el próximo sueño.

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Tener sexo o masturbarnos nos puede ayudar a dormir mejor

Es cierto que realizar actos sexuales puede provocar un mayor cansancio en nuestro cuerpo y provocar sueños placenteros. Y descansar juntos después hace que "cuando pasemos por las diferentes fases nuestro cerebro se puede sincronizar y tenemos esa sensación de estar acompasando nuestro cerebro mediante las ondas cerebrales que se generan en nuestro sueño". Sin embargo, la neurocientífica confiesa que acostarnos por separado puede aumentar nuestra capacidad para dormir. Ya que a veces, por ronquidos, temperatura o la ergonomía del colchón, nuestra pareja nos puede incomodar en la cama.

Lo que sí puede mejorar nuestra salud es la alimentación, ya que consumir alimentos que incluyan melatonina provocarán que consigamos caer antes en la fase REM. Y para aquellas personas que, a pesar de todos los consejos, les sea imposible conciliarlo, Marín da un último apunte: Contar ovejas es un mito, lo mejor es imaginar un paisaje idílico y tranquilo.