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Del petróleo y el carbón al arroz: la crisis en el Mar Rojo pone en jaque a las compañías y les obliga a buscar alternativas

En España, la AECOC no prevé una interrupción de suministros a corto plazo

Del petróleo y el carbón al arroz: la crisis en el Mar Rojo pone en riesgo el comercio mundial

Madrid

Los ataques de los hutíes de Yemen, apoyados por Irán, a barcos comerciales que utilizan la ruta del Mar Rojo para transportar mercancías, se han incrementado en las últimas semanas acercando el fantasma de una nueva subido de los precios.

La ruta del Mar Rojo se utiliza para llevar todo tipo de productos desde Asia hasta Occidente. La mayoría de las compañías han decidido buscar alternativas de transporte, en lugar de por mar, por aire o cambiar la ruta marítima. Para llegar desde Asia al Canal de Suez deciden irse por el camino largo, el Cabo de Buena Esperanza, en África.

Esto retrasa las entregas y eleva los costes de los envíos porque hay que gastar más en combustible. Son unos 10 días más de viaje, y un gasto extra en gasolina de un millón de dólares. A esto hay que añadir que la prima del seguro que necesitan las empresas se ha llegado a multiplicar por 10 y no todas las aseguradoras están cubriendo ese riesgo. Asegurar una carga de 100 millones, cuesta ya 1 millón, aproximadamente. Desde Europa han asegurado que los efectos de lo que está sucediendo en el Mar Rojo están controlados.

De las últimas que han suspendido su navegación por el Mar Rojo están la compañía de gas natural y petróleo BP, también la petrolera SHELL y Qatar Energy. En las últimas semanas, otras cuatro grandes empresas de contenedores han suspendido o modificado la ruta: MSC, MERSK, CMA, CGM GROUP y HAPAG LLOYD, que transportan productos de consumo entre Asia y Europa.

Del petróleo y los cereales a los minerales y el carbón

Las principales mercancías que atraviesan esta ruta son el petróleo, los cereales, minerales, carbón y otro tipo de alimentos como el arroz. También todo tipo de materiales o productos relacionados con el textil y electrónica clave para la fabricación de coches, por ejemplo. Además, un 12 % del petróleo transportado por mar en todo el mundo y un 8 % del gas, se envían por esta ruta. En el caso del combustible para aviones, un 30% del que se utiliza atraviesa el Canal de Suez.

Marcas como Tesla, Suzuki o Volvo han dicho que algunas de sus plantas europeas suspenderán su actividad y esto repercute en la cadena de suministro y producción. Por ejemplo, Volvo ha dejado de ensamblar vehículos durante tres días por la falta de cajas de cambio. En el caso de Tesla, dependen de China para integrar baterías en uno de sus modelos. Y Suzuki afirma que no está recibiendo los motores que se fabrican en Japón, por tanto, no puede seguir la producción. En España esta semana ha parado su producción la planta de Michelín.

AECOC, que en España aglutina a 33.000 empresas y distribuidoras, no prevé ruptura de stocks a corto plazo. "La mayoría de las empresas no prevén que haya una interrupción en los suministros porque se están adaptando a la situación y han comprado por adelantado materias primas y producto acabado", explica Javier Caso, responsable de transporte de AECOC.

Sobre las importaciones o la subida de los precios, "no se contempla la posibilidad de que se corten las importaciones o que aumenten los precios". Habrá que esperar, indican desde AECOC, a la evolución de la situación en el Mar Rojo.