Ciencia y tecnología

Los dinosaurios agitaban sus primeras plumas para asustar a sus presas

Un equipo de científicos ha construido un dinosaurio robot que ha permitido descubrir esta primera función de las plumas antes de que estas criaturas prehistóricas fueran capaces de volar

Imagen de una de las evidencias sobre los dinosaurios voladores.

Imagen de una de las evidencias sobre los dinosaurios voladores.

Madrid

Los pequeños dinosaurios movían sus alas primitivas con plumas para poder asustar a sus presas y así sacarlas de sus escondites. Para poder demostrarlo, un equipo de científicos de la Universidad coreana Seúl y de la Academia de Ciencias de Polonia ha construido un dinosaurio robot, al que han llamado Robopteryx y ha permitido descubrir esta primera función de las plumas antes de que estas criaturas prehistóricas fueran capaces de volar.

Hasta ahora, los fósiles encontrados muestran que dinosaurios, de tamaño pequeño y que comían insectos, primero, desarrollaron unas diminutas alas primitivas, que no eran lo suficientemente fuertes para poder volar y, precisamente, esta nueva investigación robótica ha descubierto para que les servían estas "protoalas".

En concreto, estas primeras alas pueden haber sido utilizadas para la búsqueda de alimento, en una especie de "estrategia de caza" que, en nuestra era, se ha observado también en múltiples especies de animales insectívoros, como las aves de la familia del "correcaminos mayor" o el "sinsonte norteño".

Esta estrategia consiste en que los depredadores mueven sus plumas de vivos colores, que están situadas en sus alas y colas, para poder asustar a sus presas, sacarlas de su escondite, hacerlas huir y, de este modo, pueden ser perseguidas y atrapadas.

La prueba: un robot

Estos científicos de Corea del Sur y Polonia construyeron un robot llamado "Robopteryx" para probar su hipótesis, basándose en el tamaño, la forma y el rango de movimiento estimado del dinosaurio "Pennaraptoran Caudipteryx", un depredador de dos patas del tamaño de un pavo real que vivió hace aproximadamente 124 millones de años.

Luego utilizaron Robopteryx para imitar varias variaciones de comportamientos de exhibición de persecución (con la secuencia completa consistiendo en extender las protoalas y levantar una cola, detenerse con ellas extendidas y luego plegarlas hacia atrás) y observaron la respuesta conductual de los saltamontes al comportamiento de visualización.

En concreto, se utilizaron saltamontes porque pertenecen al orden Orthoptera que existió al mismo tiempo que este dinosaurio y este fue el resultado: el 93% de los saltamontes analizados huyeron cuando se usaron las "protoalas" en comparación con el 47% sin ellas.

Los autores concluyen que sus resultados con Robopteryx respaldan la hipótesis de la persecución y proporcionan una nueva perspectiva sobre por qué las alas y colas emplumadas pueden haber evolucionado inicialmente en los dinosaurios.

Javier Gregori

Javier Gregori

Periodista especializado en ciencia y medio ambiente. Desde 1989 trabaja en los Servicios Informativos...

 
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