Nerea Pérez de las Heras: "Las víctimas denuncian cuando pueden, no cuando quieren"

Madrid

"De poco sirve la purga del sistema cuando el problema es el propio sistema": así ha comenzado Nerea Pérez de las Heras su sección semanal en Hora 25 'Íbamos a salir mejores, pero'. Unas palabras con las que la periodista ha querido hacer referencia a los diferentes casos de abuso sexual en el cine español que hemos conocido en los últimos días. El viernes el diario El País publicó acusaciones por agresión sexual contra el director de cine Carlos Vermut, y este fin de semana varias mujeres han acusado de abuso y acoso al también director de cine Armando Ravelo.

"Cada cierto tiempo se levanta una esquina de la alfombra, salen algunos nombres, otros se quedan debajo, pero no se llega a entender que es inútil sacudir alfombras y cortinajes cuando es la casa entera la que está podrida hasta los cimientos", ha dicho de las Heras, quien asegura que van a seguir haciendo "censo de cucarachas", aunque de "poco servirá", ha admitido, si no se presta atención al ambiente en el que "se han reproducido cómodamente".

La periodista ha recordado como en la alfombra roja de los premios Feroz, el actor Manolo Solo comentó que le parecía llamativo que la noticia sobre Carlos Vermut saliera justo a tiempo para empañar una noche tan bonita para el cine español. A su lado, José Coronado, les decía que denunciaran, pero que lo hicieran en el momento en el que suceden las agresiones. "No chicos, no, no existe una base de datos secreta que un puñado de feministas perversas organizadas estamos esperando a hacer pública en el momento en el que haga más daño. Las víctimas denuncian cuando pueden, no cuando quieren", les ha respondido de las Heras.

Para la colaboradora de Hora 25 lo que "rotundamente" sí existe es una cultura de la violencia sexual hacia las mujeres en su propio oficio, "en el de estos dos señores, ahí es a donde tiene que dirigir la mirada sospechosa, ahí está la conspiración", ha insistido. En su sector y en otros, en oficinas, vestuarios de fútbol y grupos de WhatsApp. "La conspiración es esa, lo que sucede es que es una conspiración tan sólida, tan naturalizada por sus beneficiarios, tan naturalizada incluso por sus víctimas, tan antigua, que les pasa desapercibida".

"Solo cuando entiendes la cultura en la que han sucedido las agresiones, entiendes, por ejemplo, por qué una de ellas siguió viendo al agresor. Entiendes muy bien cómo funciona el resorte de la negación, es más soportable hacer como que no pasó, entiendes cómo funciona el resorte del miedo, a perder trabajos, a jamás llegar a conseguir uno, a ser expulsada de tus sueños", ha dicho la comunicadora.

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Hay que ir más allá de las listas negras, ha insistido la periodista, porque corremos el riesgo de que quien no está en ellas piense que se ha librado y hasta ahí su examen del asunto. "El problema es la cultura viejísima, tóxica, enquistada en la que esto sucede y hay muchas maneras de beneficiarse de ella, hacerse el tonto cuando tu nombre no está en la lista es solo una de ellas", ha concluido.