Hugo Silva desvela lo mal que lo pasó en sus inicios: "Tuvieron que traer a una persona para ayudarme"

Los comienzos en cualquier profesión siempre son difíciles. En el mundo de la actuación la transición siempre suele ser desde papeles muy pequeños, en los que apenas se dicen dos frases, a guiones enteros en los que se interpreta a un protagonista.

Hugo Silva recordó en la 'Mesa de actores y actrices nominados' a los Premios Goya, organizado por 'El Cine en la SER', como comenzó su carrera delante de las cámaras. "No me dio tiempo ni a ponerme nervioso", comienza confesando el actor.

"Hacía de quinqui, porque yo he sido quinqui uno, quinqui dos y quinqui tres durante todos mis inicios. Y entonces era una secuencia en la que alunizábamos en un escaparate. Y yo tenía dos frases. Teníamos la cámara de frente y yo me giré y las dije de espaldas, me di la vuelta totalmente. Entonces fui a ver la peli con mi madre, y le dije, mira ahora salgo yo, y me decía, pero si no te veo", ha comenzado relatando Silva.

Acto seguido, ha recordado otra historia sobre sus inicios: "Recuerdo la primera vez que fui a un plató de televisión, fue a 'El comisario', también de quinqui. Era una trama muy absurda que era un repartidor de pizzas, que en realidad era un atracador. Entonces yo llegaba con una pizza al apartamento de los dos policías, de uno de los dos protas, y decía hola, es la pizza tal. Y entonces sacaba una pistola".

Sin embargo, los nervios le jugaron una mala pasada: "Yo estaba muy nervioso y tenía que darle al timbre. Era un timbre real, y tenía un pie para que sonase y entonces ya me abrían y entraba yo. Y no podía. Tenía la frase todo el rato en la cabeza, me ponía nervioso. Tuvieron que traer una persona para ayudarme y que le diera al botón. Recuerdo que lo hice como el puto culo y cuando terminé todo el mundo se fue cada uno a su sitio tal y yo miraba los eléctricos y decía, nadie va a venir a decirme si lo he hecho bien o lo he hecho mal".