La protesta de los agricultores franceses se ha extendido a otros países de Europa. A pesar de que los franceses han relajado sus protestas, ahora los agricultores belgas ha endurecido las suyas y este sábado han bloqueado varios centros de distribución de comida de los supermercados Aldi, Lidl, Intermarché y Delhaize, pese a que la patronal del sector del comercio les amenazara con emprender acciones legales si no abandonaban las protestas. A consecuencia de estos bloqueos, ya faltan o escasean algunos productos en las tiendas de varias cadenas, por lo que Aldi, Lidl y Delhaize han anunciado que han iniciado conversaciones con los agricultores concentrados para intentar que levanten los cortes, según informaron varios medios de comunicación belgas. Están bloqueados tres centros de distribución de Aldi, dos de los cuales en la región de Flandes y el otro restante en la de Valonia, mientras que la cadena Intermarché informó que dos de sus almacenes en Bélgica siguen aislados por la movilización de los agricultores. Lidl tiene afectaciones solo en un centro de distribución en Flandes, donde los concentrados bloquean los accesos y únicamente dejan salir a un camión cada hora, y con la condición de que transporte productos belgas, según informó la prensa local. Los agricultores mantienen el bloqueo en dos centros de distribución de la cadena de supermercados Delhaize, uno en Valonia y otro en la localidad flamenca de Zellik, que es el último en sumarse a la lista de afectados, después de que ayer por la tarde cortaran las entradas y salidas del almacén. Los concentrados en Zellik han anunciado que los accesos al centro de distribución de esa localidad estarán cerrados al menos hasta que acabe el fin de semana, y durante el viernes por la tarde y el sábado por la mañana solo permitieron el paso de camiones sin mercancías para dejar volver a casa a los conductores. En Valonia, los agricultores también cortaron este sábado por la mañana el tráfico de vehículos en dos carreteras secundarias, a la altura de los municipios de Bouillon, cerca de la frontera con Francia, y Feluy. Los agricultores cumplen una semana de movilizaciones en Bélgica, denunciando los precios bajos que les pagan las distribuidoras de alimentos, el exceso de burocracia, las regulaciones medioambientales y las importaciones de países de fuera la UE que no cumplen con las mismas normas que ellos. El punto álgido de la movilización tuvo lugar este jueves con una concentración de más de 1.300 tractores que bloquearon el barrio europeo de Bruselas, coincidiendo con la celebración de una cumbre de presidentes y primeros ministros de la UE. Varios agricultores también se concentraron frente a los accesos del Parlamento Europeo, lanzaron objetos al cordón policial, derribaron una estatua y prendieron hogueras. Estas protestas están teniendo consecuencias sobre los transportistas españoles, que no están pudiendo realizar los encargos, carga y descarga de mercancías, ya que las principales carreteras han sufrido cortes y bloqueos, y no pueden realizar su labor. Por ello, el sector ha convocado manifestaciones esta semana para pedir al Gobierno que tome medidas.